El alto edificio de la universidad estatal se erigía ante mí, decenas de chicos y chicas entraban por sus puertas o salían según sus necesidades, me detuve un momento en las escalinatas, no estaba del todo segura acerca de querer volver a las clases, pero ya había pasado una semana y a pesar de mis exigencias, los permisos extendidos por los profesores al fin habían llegado a su fin.
Vacilante pisé los primeros escalones, realmente no quería hacer esto, regresé al inicio de la escalinata y aspiré observando el cielo azul en el proceso, con la determinación creciente volví a subir los escalones que me separaban de la puerta principal. No había empujado aún la puerta de cristal, cuando los nervios me invadieron nuevamente y di la vuelta sobre mis talones para correr de regreso a donde comenzaban los escalones.
Aquella acción se repitió al menos cinco veces, estaba claro que regresar a las clases en la universidad no sería algo fácil, no después de todo lo ocurrido y a decir verdad no tenía por qué estar asustada. Es decir, soy completa y totalmente inocente del ataque a Shelby, Jess me había dicho que ya nadie comentaba el asunto, nadie a excepción claro de los comentarios mal intencionados de Josh y Kelsey, pero al menos podría lidiar con ellos, además; yo no era una cobarde. Soy una mujer parcialmente adulta y debería tener la madurez suficiente para afrontar lo que sea que venga.
O al menos eso trataba de repetirme mientras subía la escalinata, y cruzaba por la enorme puerta de cristal, los chicos en el pasillo apenas y habían reparado en mí, caminé con mi vista al frente y apretando el paso para llegar lo antes posible a mi casillero, donde tomé los libros para mis respectivas clases, y guardaba otras pertenencias tales como mi engorrosa bufanda y los guantes de tela azules.
—Me alegro de que al fin decidieras regresar a clases —susurró Matt detrás de la puerta de mi casillero—, ¿quién más iba a dejarme copiar en los exámenes?
—Eso jamás ha pasado —enarqué una ceja.
—Suerte para ti que no sabes lo que sueño —sonrió.
Cerré con un fuerte portazo antes de tomar mis respectivos libros con la mano izquierda, Matt se colocó a mi lado y juntos caminamos a la clase de literatura inglesa.
— ¿Cómo está Shelby? —Pregunté con un poco de recelo.
—Los médicos han dicho que su condición está mejorando rápidamente, aunque...―Dudó un momento―, aún no están seguros de cuándo podría despertar.
—Es bueno escuchar que está mejorando —Aquellas palabras lograron relajarme, al menos Shelby mejoraba. Puede que no se sintiese del todo bien saber que todavía no despertaría, pero con suerte eso ocurriría pronto y este asunto quedaría completamente zanjado.
— ¿Iras a trabajar esta tarde? —Preguntó pasando ambas manos entre sus cabellos de color rubio ceniza. A simple vista parecían blancos, cuando lo conocí, creí que se teñía el cabello. Sin embargo, ese es el color natural de Matt y si no fuese porque su piel no es tan pálida, hubiese pensado que él es albino.
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Lost Boys: Vampires Will Never Hurt You
VampireMuchos dejamos de creer en la fantasia, al llegar a cierta edad, pero la fantasía nunca deja de creer en nosotros. ¿Que pasaría si todas las historias terroríficas acerca de vampiros, hombres lobo y demas seres sobrenaturales resultaran ser ciertas...