XXXIV. Como en una película de terror

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Antes que nada pido disculpas anticipadas ante cualquier error. Disfruten la lectura 😊

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Los había seguido

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Los había seguido. Su pequeña portadora de cotilleos le proporcionó aquella desagradable información en cuanto su dulce bocadillo y el bastardo traidor prácticamente se devoraban a besos y juntos huían hacia su noche especial. Una oleada de repulsión le surcó el pecho. No esperaba que las cosas entre ese par de anomalías fuesen a correr a una velocidad impresionante como para que la pequeña ingenua decidiese abrirse gustosa de piernas sin detenerse a pensar que ni siquiera iba a darle el placer que su especie percibía de manera diferente a los humanos.

Pero ahí estaba ese traidor, besándola con devoción, cuidando que cada uno de sus movimientos fuese en extremo delicado o de lo contrario la pequeña puta moriría con tan solo tenerlo dentro.

Pero incluso con la repulsión instalada en su ser, no se perdió ningún detalle de la noche agitada que tuvo su "mejor amigo".

Ni siquiera quiso apartar la vista en cuanto observó como ella lo recibía en su interior sin mostrar dolor alguno.

Lagrimas rojizas descendían por sus mejillas, escuchando atento los jadeos de esa...esa maldita mocosa.

A los jadeos le siguieron los gritos, la pequeña zorra lo estaba disfrutando, el dolor de la traición se aferraba a él con fuerza. Pero era lo suficientemente masoquista y estúpido para quedarse de pie observando, las cortinas cerradas no eran un impedimento como para privarlo del espectáculo que estaba teniendo lugar en la estancia y como si el bastardo traidor advirtiese su presencia, aceleró el ritmo de sus embestidas, aumentando con esto los gritos de la mocosa. El raudal de lágrimas ahora le manchaba la camiseta pero ni siquiera le importaba.

-¿Crees que eso me detendrá? -susurró al vació-. Puedo hacer que tu pequeña puta grite mi nombre si me lo propongo.

Observó cada una de las facciones en el rostro de la mocosa. El placer se apoderó de ella. Y bajo todo ese raudal de lágrimas el chico tras la ventana sonrió.

-Te lo haré mejor. Solo espera mi precioso bocadillo y sabrás lo que es gritar de verdad.

++

Llegué sobre el tiempo justo a la universidad, por suerte Jess recibió mi mensaje y me esperaba sosteniendo una pequeña bolsa marrón en las manos. Con lo que supuse era mi desayuno.

-Hola, Kyles -saludó Jess bastante animada, cerca de la escalinata que conducía al interior de nuestro edificio en la universidad.

Presurosa subí de dos en dos los escalones hasta situarme frente a ella. Esperaba que no notase que estaba usando los mismos jeans del día anterior y que la camiseta me quedaba un poco grande. Sus manos tomaron un mechón de mi cabello parcialmente húmedo, retorciéndolo entre sus dedos y sonriéndome de manera extraña.

Lost Boys: Vampires Will Never Hurt YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora