Matt roncaba, y no me refiero a ronquidos desagradables. Estos eran silenciosos e interrumpidos de vez en cuando por sus fuertes suspiros. Parecía que habían pasado demasiadas horas, pero a penas y habían sido una o dos.
Un hilillo de baba descendía lento a través de la boca de Matt, provocando en mí una leve risilla. Ciertamente había conseguido un poco de paz después de un día extenuante y siendo honesta, tener a Matthew durmiendo a mí lado me traía cierta sensación de bienestar.
Si existe algo que puedas odiar más que el ruido, es el molesto silencio, a parte de los ronquidos de Matt y el odioso reloj de la estancia con su constante "tac, tac, tac". No podías escuchar algo más. Alcancé mi celular reposando en el buró y puse un poco de música con el volumen bajo desde luego. Lo último que deseaba era interrumpir el sueño de Matt, ya había hecho suficiente escuchando sobre mí y mis temores.
Aparté con ayuda de mis pies las molestas frazadas que me cubrían, esta noche estaba resultando bastante incómoda, pues aunado de mi aparente insomnio, el calor también quería unirse a la lista. Sonreí en cuanto recordé como me daba miedo hacer cosas como estas en medio de la noche, supongo que siendo pequeños a todos nos da temor que algo vaya a jalar nuestros pies o simplemente tocarlos justo en la oscuridad, temores que por supuesto mueren en cuanto te acercas a la "madurez". Debo reconocer que incluso algunas noches aun creo que eso podría pasar.
Sin embargo, con el calor tanto climático como corporal, no me detuve a revivir los miedos de la infancia. Matt protestó en un leve gruñido antes de darme la espalda y enrollarse una vez más entre las frazadas. Es obvio que él ha vivido en Nueva York más tiempo que yo, ya debe estar acostumbrado a los constantes y puede que nada gratos cambios en la temperatura Neoyorquina.
Permití que utilizase incluso mi parte de las frazadas.
Mi vista no se apartaba del techo, la oscuridad no me era de mucha ayuda si quería contar todas y cada una de las manchas en este, pero para ser alguien que se ha pasado gran parte de su vida con la mirada entre los libros, debo decir que aun con la poca luz pude contar siete diminutas manchas.
Cada vez que sentía como mi mente trataba de llevarme al recuerdo de Logan, la forzaba a pensar en algo más. Si no fuese por la presencia de Matt. ¿Qué hubiese pasado?
No estoy segura de que a Logan le pareciera gracioso que mientras intentaba discutir conmigo, yo hubiese preferido evitarlo y consentir que Matthew me sacara de central park para no tener que lidiar con él. Sé que su intención no era la de revivir todos esos recuerdos con la necesidad de hacerme daño, pero él creía que entre Matt y yo existía algo más que una amistad y quizás fue mi error no desmentirlo la primera vez que lo mencionó.
Por fortuna Matthew parece tener mucho más sentido común que yo y supo evitar las claras provocaciones de Logan. Hechas sin ningún fundamento. O al menos eso trataba de repetirme, pero... ¡Nos besamos! No justifico su reacción, y sin embargo yo había decidido corresponder a ese beso aquello le daba derechos sobre mí y mis acciones. ¿Cierto?
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Lost Boys: Vampires Will Never Hurt You
VampireMuchos dejamos de creer en la fantasia, al llegar a cierta edad, pero la fantasía nunca deja de creer en nosotros. ¿Que pasaría si todas las historias terroríficas acerca de vampiros, hombres lobo y demas seres sobrenaturales resultaran ser ciertas...