Muchos dejamos de creer en la fantasia, al llegar a cierta edad, pero la fantasía nunca deja de creer en nosotros.
¿Que pasaría si todas las historias terroríficas acerca de vampiros, hombres lobo y demas seres sobrenaturales resultaran ser ciertas...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nueva Jersey, 1764
—¡No pudiste elegir algo más para mí! —espetó la chica tirando al suelo el hermoso vestido de seda color marfil. Alejándolo como una niña malcriada.
—Señorita...esto...esto es todo lo que llego, usted sabe cómo...
La pequeña chica ni siquiera vio venir la fuerte bofetada que la chica más alta le propinó. Una gotita de sangre rodó por sus comisuras. Ella era cruel. Lo supo mucho antes de que la eligiera para ocuparse de todos sus asuntos personales.
Había visto como trataba al resto de los sirvientes, siempre tan altiva. Jamás hablaba con ellos, a menos que requiriera algo o se decidiera por gritarles para culparlos, muchas veces por cosas de las que no tenían ni la más mínima falta. ¿Qué había visto en ella su joven prometido?
Resultaba todo un enigma. Muchas veces el amor nos ciega a la verdad. Y ese joven, ese pobre chico de hermosos ojos azules que la amaba a pesar de su manera cruel. Iba a arrepentirse, ella no era buena, jamás seria la criatura hermosa y grácil que le hacía creer. Y para cuando se diera cuenta, sería demasiado tarde.
++
Manhattan, Nueva York *Actualidad*
No soportaba la cercanía de los apestosos cadáveres, respirar se convirtió en un acto puramente repulsivo, pero no estaba en las condiciones precisas para protestar. Puesto que se encontraba muy cerca de lograr su objetivo.
Dejó caer el cigarrillo, observando cómo este dejaba pequeñas chispas naranjas poco antes de impactar contra el suelo.
Siempre le había gustado la sensación del aire helado contra su rostro. Recordó todas las veces que estuvo listo para saltar desde aquel risco. A veces sentía miedo, no todos los días te decidías por saltar, puesto que aquella era la única forma de escapar. Su mayor motivación; ella.
La simple y nada sensata idea de volver a ver esos ojos azules, era la mayor motivación que podía recibir durante las oscuras y pestilentes noches en la pequeña prisión húmeda que le habían preparado en la cima del risco, al lado de otros tantos tipos como él, sin una familia y con el único deseo de sobrevivir a costa de todo. Ya ni siquiera le importaban los golpes que cada mañana recibía, el dolor pasa a segundo plano cuando tu determinación es mayor. Además, ¿Qué era un poco de dolor físico?
Comparado con la idea de proteger a la pequeña chica desgarbada que llegó a su lado de la misma manera inesperada en la que ambos se vieron obligados a distanciarse.Estaba seguro de que iba a sobrevivir. Puede que la apariencia escuálida de la chica proyectara una imagen de debilidad. Pero él había visto más allá del exterior, sabía que llegado el momento ella iba a seguir su útil consejo» Has lo que sea necesario para sobrevivir «.
Ahora él estaba aquí, siguiendo las mismas palabras. Su determinación era más grande que el propio aborrecimiento, su deseo de venganza continuaba intacto.