CAPITULO 8

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La hora paso y todos salimos al recreo Catalina me animaba para que yo dejé mi cara de tristeza de lado. Funcionó a la perfección, cuando ve que me rio me dice - ¿Quien te puso de ese humor? - me mira esperando mi respuesta.

La miro unos segundos hasta que finalmente le digo - ¡Mi madre! - ella me miró e hizo un gesto como que me olvidará de lo que hable con mi madre.

Catalina sabe todo de mi vida y lo mucho que me afecta el comportamiento de mi madre conmigo. Siempre me dice que no le haga caso y que no merezco estar mal por eso. Le doy gracias a Dios por tener la mejor amiga del mundo.

Después de un rato veo como Matías se acercaba bastante a Eva hablaban muy pegados y reían. Al ver eso sentí como unas ganas de quererla sacar de su lado y que deje de tocarlo, es una perra maldita siempre me odio desde jardín de niños nunca supe el  porque pero yo no me quede atrás y la odio de igual forma. Eva es rubia con ojos azules y tiene un cuerpazo de modelo todo los chicos mueren por ella y a eso se le suma que es la más popular del colegio. No podría competir con ella creo que nunca en mi vida, al sonar la campana me di cuenta que ya había terminado el recreo con Catalina nos dirigimos hacia el salón de clases. Pasaron las horas rápido ya nos teníamos que ir a casa como siempre antes de cruzar la calle en cual está mi casa le digo adiós a mi mejor amiga y sigo.

El Peso De La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora