CAPITULO 19

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Paso como una hora y yo me quedo profundamente dormida en su pecho, luego de varios minutos con un ruido de algo que se cae al piso me despierto y trato de abrir los ojos. Al hacerlo veo a Matías vistiendose de inmediato le pregunto - ¿Que haces? - él no me mira y responde a mi pregunta - me estoy vistiendo que eres ciega acaso - quedó un breve silencio.
Y suelto sorprendida - si ya se que te estás vistiendo pero ¿Porque lo haces? - como veo que ignora mi pregunta vuelvo a reformularla - ¿Te irás? - el me mira a los ojos por unos segundos muy cortos y me responde irritado - si Amanda me iré no pensarás que me quedaré toda la noche contigo, tengo una vida que atender - concluye poniéndose la remera.

Agarro mi vestido me lo pongo, corro hacia la puerta lo tomo del brazo y le digo levantando un poco la voz - se que tienes una vida fuera de mí pero dame un explicación de porque te vas así de esta forma - el se da vuelta muy bruscamente haciendo que yo lo suelte y caiga al suelo. Lo miro furiosa pero Matías me corre la mirada cuando está a punto de abrir la puerta le gritó con todas mis fuerzas - si solo estuviste todos estos años para acostarte conmigo e irte - respiro profundamente y aguantando el llanto me obligó a seguir hablando - me lo hubieras dicho antes Matías, capas así serías más amable conmigo - el giro más que furioso como a punto de matar a alguien, apretó su puño con tanta fuerza que sus nudillos quedaron blancos y me grito con fuerza - si que eres imbécil Amanda yo soy el único chico que quiso acostarse contigo - me mira a los ojos una ves más y prosigue - me tendrías que agradecer por hacerlo - esas fueron sus últimas palabras antes de pegar un portazo brutal que casi la puerta giratoria.

El Peso De La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora