CAPITULO 31

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En el viaje mi padre estaba distante solo se limitaba a mirar por la ventanilla, Sara muy pocas veces me miraba. Era como si me  estuvieran ocultando algo, cuando se detiene por completo el auto bajamos de él y entramos a casa. me dirijo hacia mi habitación para cambiarme de ropa pero mi padre antes de que suba completamente las escaleras  me dice - Amanda no tardes mucho, que quiero decirte algo muy importante - solo levantando un poco la voz para que el me escuche - ¡Está bien bajaré enseguida! - al no volver a escuchar a mi padre subo a toda velocidad las escaleras. Entro en mi habitación me saco los zapatos y me pongo mis pantuflas de lunares rosas y negros después muy delicadamente me quito mi vestido lo coloco en una percha dorada con la que vino y lo pongo en el Placard. Por último agarró   mi pijama de pequeños ositos, al terminar de ponermelo salgo de mi habitación hacia las escaleras. Que es lo que tiene que decirme mi padre estoy nerviosa y ansiosa por eso, llegando a la sala de estar lo veo sentado en la sillón me hace una seña con la mano  para que me siente y dice mientras me siento - Amanda mi regalo para ti es que vayas a la reconocida universidad llamada San Franco  - me quedo sorprendida porque quiere que me vaya tan lejos de él y más ahora que estamos teniendo una linda relación de padre e hija. Mientras salgo de mis pensamientos digo casi en voz baja - ¿Porque? Yo no quiero ir, acá tengo toda mi vida - el serio me retruca - Amanda piénsalo así vas a conocer nueva gente y harás amigos nuevos. Ah y lo más importante vivirás con tu tía Amelia - ahora recuerdo a mi tía Amelia hermana de mi padre vive en esa ciudad donde se encuentra la universidad. Cuando era pequeña íbamos siempre a visitarla pero un día hubo una discusión grande con mi madre, jamás volvi a verla ni a ella ni a mis primos Félix y Sebastián. Ella era siempre tan dulce conmigo, me encantaría volverlos a ver y por un lado estaría bueno que esté lejos de aquí así puedo olvidarlo del todo a Matías. Mi padre tiene razón debería hacerle caso así que añado - ¡Está bien iré! - mi padre sonríe y dice - toma esto para que estemos comunicados - el extiende su mano para darme una pequeña bolsa de regalo con un moño hermoso de color violeta lo tomo emocionada de saber que era.

El Peso De La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora