CAPITULO 22

263 21 0
                                    

Las dos la seguimos y nos quedamos en la sala de espera porque la directora estaba ocupada con unos chicos que se habían peleado también, parece que no soy la única en arreglar las cosas así aunque yo no empecé la pelea.
Eva se sentó en una punta lejos de mí y lo bien que hace porque todavía sigo con ganas de seguir golpeándola, la miro para que me diga algo pero me esquiva.

Escucho como unos pasos resuenan e inunda todo el ambiente, al acercarse más las dos miramos hacia el pasillo de la escuela y lo vimos a Matías fue directo hacia Eva observo su cara   golpeada, tenía su  labio superior algo hinchado y su ojo izquierdo morado. Sus pelos perfecto ahora estaban revueltos. El giro hacia mí y fijo sus ojos en los míos con arrogancia y desprecio soltó - escúchame con atención gorda imbécil si la vuelves a tocar no respondo de mi - yo en ningún momento lo dejo de mirar si quiere intimidarme con lo que dice no está funcionando conmigo, así que le digo - acaso te atreves a amenazarme idiota - el levanta una ceja desafiandome da un paso más hacia mí y los dos estamos cara a cara y añade - si me atrevo cerdo, que lastima me das que hallas caído tan bajo en creer que yo te quería - suelta una carcajada forzosa pero para nada le hacía gracia y sigue - me das asco y me arrepiento de lo sucedido contigo - me quedo quieta sin moverme ni bajarle la mirada pero sus palabras fueron un puñal directo a mi corazón trato de que no se note y de aguantar el llanto que quiero soltar sin control. El estar tan unidos me hace recordar sus besos sus caricias pero esta vez no era por nada de eso sino por odio que siento por el, en este  de momento. Quedamos unos segúndos más en silencios solo mirándonos hasta que del fondo de mi alma sale - te odio con todas mis fuerzas Matías ojalá nunca me hubiera enamorado de ti - tomo aire y conteniendo mis lágrimas añado - no quiero volver a verte nunca más en mi vida imbécil - cuando terminó de decir mis últimas palabras se abre la puerta del despacho de la directora.    

El Peso De La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora