CAPITULO 50

160 16 0
                                    

Llegó el viernes mi último día aquí y mis amigos me organizaron una fiesta de despedida en su casa, por lo tanto procedo a vestirme agarro un jeans oscuro y una camisa corta adelante y larga atrás de color blanca, mis zapatos de taco alto negros. Y ya una vez lista me encaminé hacia allí.
Cuando estaba entrando al ascensor del edificio me encontré a Matías con un regalo en sus manos - ¿Que haces aquí? - solté sorprendida - me invitaron - respondió sonriendo - ¡¡Mientes!! - dije mirándolo, es que obvio que lo hace porque lo conozco cuando miente - ¡Bueno está bien me invité solo! - dijo riéndose - ¿Pero como supiste? - pregunté - Romeo me lo contó hoy y decidi venir - contestó y bajamos del ascensor toque la puerta - ¡Hola Amanda!.¿Y Matías? - soltó mi amigo - a mi también me da gusto verte amigo - bromeó Matías y pasamos a dentro, su departamento es grandioso la decoración tiene una mezcla de los dos - Amanda me ayudas en la cocina - me susurro Cata - ¿En qué te ayude amiga? - pregunté caminando detrás de ella - hoy nos reunimos con el doctor por lo de.. bueno ya sabes, y no estoy embarazada - soltó triste - ¡Siento el oír eso!.. no te des por vencida porque un tropezón no es caída - dije tratando de animarla - si tienes razón, ahora vamos con los chicos - afirme con la cabeza y le di un abrazo se que se había ilusionado con ser madre joven pero por algo pasan las cosas capas simplemente no es su momento , salimos de la cocina con unas bandejas que acomodamos en la mesita y comenzamos a disfrutamos. Al pasar las horas comimos y charlamos a más no poder hasta que me suena el móvil era un mensaje de Alex.
° ¿Amor donde estas? °
° En la casa de mis amigos..¿Cómo estás amorcito? Te extraño °
Escribí ese mensaje y guarde el móvil para luego sacarlo porque comenzó a sonar como loco mi novio me estaba llamando así que salí al balcón.
< Amor > dije confundida
< Hola amorcito quería que fuera sorpresa pero como no estás en casa de tu padre no me dejas otra opción > respondió con demasiada alegría.
< ¿De que hablas? > pregunté más confundida que antes.
< ¡Estoy aquí acabo de rentar un auto, ya no soportaba estar sin ti! > contestó efusivo.
< Pero si en unas horas viajó de regreso ¿Es una broma Alex? > Hablé ya perdiendo la paciencia y esperando que sea un chiste de mal gusto.
< Cambiaré tu vuelo y asunto resuelto, me emociona verte princesa pásame la dirección en dónde estas te amo > dicho eso me cortó la llamada.
Se volvió totalmente desquiciado o que, así de la nada viene aquí puedo entender que no hablamos estos últimos días pero eso no significa que actúe así tan irracional - ¿Todo bien? - interrumpe mis pensamientos Matías - si - dije cortante hasta que vomité mis sentimientos - sabés que volví a llorar por ti, ya no quiero aparentar que estoy bien al verte, porque no es cierto te amo y juro que intento matar ese sentimiento. Pero ya no se que hacer quisiera que se borrará - continúe sincerandome - te amo Amanda, yo no quiero desaparecer ese sentimiento si tan solo pudieras creer que cambié para darme una oportunidad y demostrarte que puedo hacerte feliz como te lo mereces - dijo y se acercó a mí - ese es el problema Matías, ya no quiero creerte - respondí con unas cuantas lágrimas saliendo de mis ojos - te suplico que me des una oportunidad, no puedo cambiar lo que te hice en el pasado pero si el presente déjame amarte - expresó a punto de llorar - ¡No! - dije y salí del balcón.

El Peso De La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora