CAPITULO 10

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Me mira a los ojos y descarga con fuerza un cachetazo en mi mejilla. Siento como una lágrima comienza a correr sobre mi rostro y con ella le siguen muchas más.

Mi madre al verme no le conmueve ni un poco, se acerca más hacia mí para decirme - eres GORDA y ahora también ZORRA - me quede quieta observándola, como puede ser así no la entiendo es mi madre por Dios santo me lastima tanto con cada palabra que dice.

Sacando fuerzas para hablar le respondo - eres una maldita como me puedes decir todas esas cosas se supone que eres mi madre me tendrías que amar pero no lo haces solo me aborreces ¡TE ODIO! - al pronunciar esas palabras sentí como me saque de encima una mochila emocional que ella me había creado,  nunca le había faltado el  respeto. Pero me sentí mucho mejor al sacar lo que tenía adentro.

Me observaba con el ceño fruncido y con ganas de volverme al golpear, pero no lo hizo casi como en un susurro me soltó - vete a tu habitación - se sentiría mal por lo que le dije, me tendré que quedar con la duda porque nunca lo voy a saber.

Me dirigí a mi habitación, me acosté en mi cama y me dormí enseguida.

El Peso De La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora