CAPITULO 9

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Llegando a la puerta de mi casa veo a Matías que me miraba con una sonrisa en su rostro pero yo no estoy de humor para aguantarlo y para que me explique qué hacía con Eva. Así que lo saludé y me estába por adentrar a mi casa, no hago ni dos pasos que el me agarra del brazo dandome la vuelta y dijo - ¿Amanda que tienes, porque actúas así ? - estaba confundido por mi reacción.

Yo de inmediato prósigo - no me pasa nada, solo que tengo la cabeza en otro lado y no tengo ganas de hablar con nadie - me mira sin soltarme el brazo es como si quisiera descifrar que es lo que me pasa, me tira para el y me abraza muy fuerte posa su cabeza en el hueco de mi cuello y me susurra - no te dejaré sola nunca, tú me importas más de lo que piensas - sus palabras me debilitaron por completo y dejé lo tensa que estaba para rodearlo con mis brazos sentí como emanaba un amor que me hacía querer estar así toda la vida.
Cómo puede ser que esté chico al solo tocarme me haga estar en cielo, sus manos alrededor de mi cintura me transmite esa calidez y paz que siempre nesecite.

En ese momento tan especial escucho como se abre la puerta de mi casa rápidamente me doy vuelta para ver quién era y veo a madre con el ceño fruncido y a punto de explotar, Me grita - ¡AMANDA! Que mierda haces con este chico acá y así de esa manera   - yo me quedo perpleja y me separé de Matías.

Cuando estoy a punto de contestar, pero el  se me adelanta  diciendo - señora no le grite así, ella no ha hecho nada malo -  lo fulminó con la mirada para que pare de hablar. Está claro que no sabe cómo es mi madre.

Ella furiosa le responde - mira niñito ella es mi hija y yo le hablo como se me da la gana y no te tengo que dar ninguna explicación a ti - corre su mirada de él y la posa en mi - Amanda entra ahora mismo a la casa - yo sin hablar y ni mirar a Matías me dirijo hacia ella, da un portazo fuerte lleno de irá.

El Peso De La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora