CAPITULO 11

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Pasaron los días y mi madre siempre estaba de viaje solo veía a mi padre dos o tres veces por semana. Pero Sara estaba ahí conmigo y me contenía, deseaba ver a mi madre aunque sea una sola vez para pedirle perdón se que ella me lastima más que cualquier otra persona. Pero después de todo es mi madre y la amo no la odio, me arrepiento de decirle esas palabras.

Era sábado por la tarde cuando Matías me había invitado a ver cómo jugaba al rugby, bueno no solo a mí me había invitado si no que a mis amigos también. Nuestra relación era linda pero rara, salíamos juntos solo a lugares que nadie conocido nos viera, a mi eso ya me había dejado de molestar y me empecé a acostumbrar. Matías al estar solos era la persona más atenta y amorosa, en verdad lo disfrutaba mucho a eso.

Estando ahí me los encontré a Romeo y Catalina, buscamos lugares para sentarnos, después de unos minutos veíamos como salía cada equipo Romeo nos señalaba hacia allí porque Matías estaba levantando una mano en modo de saludo, nosotras hicimos lo mismo y nos volvimos a sentamos.

El Peso De La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora