CAPITULO 26

278 21 0
                                        

Al estar totalmente cara a cara se saca las gafas y me dice - ¡Hola nena! Cierra la boca que te van a entrar moscas - yo fruncí el ceño y conteste - ¿Quien eres? Devuélveme a mi amigo - Romeo suelta una carcajada mortal haciendo que yo también lo siga. Estaba irreconocible por fuera pero por dentro era el mismo. Me rodeo con su brazo y me dijo - vamos que tengo que pasar a buscar a Catalina, ha y por cierto estás hermosa - yo lo mire y me sonroje un poco pero le respondí enseguida - tu también fanfarrón - y así nos dirigimos hacia su auto. Una vez allí el me pregunta muy emocionado - ¿Te gusta mi auto nuevo? - yo lo mire a él y al interior del auto que era reluciente y sus butacas de cuero suaves al tacto. Romeo golpeando el volante hizo que yo salte del susto y después de unos minutos me dice - por tu mirada y la baba que se te cae te ha gustado - yo lo golpeó en el hombro, el finge un gesto de dolor.
Ha unas cuatro cuadras nos detenemos por completo nos bajamos del auto y caminamos hacia la puerta de la casa de Cata antes de que Romeo tocará el timbre vemos que se abre la puerta y al hacerlo nos chocamos directo con mi amiga que estaba despampanante con un vestido ajustado que le resaltaba su cuerpazo el cual nunca mostraba. Era de un color verde esmeralda con detalles de encaje en sus hombros. De verdad que se veía muy bonita con el. Cuando volteo a verlo a Romeo noto que se quedó viéndola como idiota enamorado yo sonreí por su cara el se dió cuenta que lo observaba y se sonrojo de pie a cabeza queriendo salir de esa situación incómoda dice - ¡Oooohh wow, estás hermosa! - Cata sonrió coqueta e hizo una mueca divertida. Sin decir más nos fuimos hacia el auto ahora si podemos ir al colegio a nuestro gran día.

Yo me sentía genial porque hoy ya me graduaba y a partir de ahora comenzaría mi vida de adulta, me emociona mucho eso. Ya no iba a ver más a Matías, así que por fin podría sanar mi alma o por lo menos tratar de olvidarlo. Se que será difícil porque por más que me allá roto el corazón en dos pedazos lo amo y dejar de sentir eso me costará mucho es que tres malditos años le di de mi vida siempre atenta a lo que el quería a pesar de que siempre tenía algo que decirme para ofenderme y humillarme. Nunca voy a olvidar lo que me hizo, creo que jamás volveré a confiar en nadie otra vez.

Llegando a la escuela Romeo me dice - ¿Estás bien Amanda? - yo salgo de mi mundo y le contesto -¡Si estoy bien! - el no se convence por mi respuesta Así que vuelve a modular - tú sabes que si quieres contarme si te pasa algo acá estoy, para eso están los amigos - yo lo miro es muy tierno al decirme esto me encantaría poder contarle todo, pero no quiero involucrarlo ya que también es amigo de Matías, no quiero hacer que tenga que elegir un lado.

El Peso De La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora