Capítulo 2

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Narra Malú

-¿Amputar? ¿Cómo que amputar?-

Aquello que la doctora dice se nos clava como puñales en el pecho, no lo podemos creer, nos quedamos completamente helados.

-Tiene que ser un error.- Dice Francisco casi sin habla.

-Me temo que no, por eso debemos intervenir ya, pero necesito vuestra autorización dada que es una operación muy compleja.-

-¿Con esta cirugía pueden salvar su mano?- Pregunta Antonio.

-Seré honesta, no hay garantías. Y la rehabilitación será difícil, quizás no recupere la movilidad al cien por ciento, pero es una opción. Caso contrario, nos queda amputar.-

-No puede ser, no puede ser, no puede ser.- Repite Toñi una y otra vez, completamente shockeda.

Una enfermera pasa la autorización a la doctora que la pone ante nosotros para ser firmada.

-Yo no... no puedo firmar eso.- Dice Toñi con lágrimas en los ojos y se aferra a su esposo que está igual de confundido.

-No se que hacer.- Confiesa Francisco.

-Hay que hacerlo.- Digo segura mientras me acerco a Toñi y la tomo de ambas manos. -Es una posibilidad, hay que intentarlo. Toñi, Vanesa no puede perder su mano, tú sabes lo que eso significaría para ella, no podemos permitirlo.-

-Miren, no es porque sea mi hermana, pero si hay alguien capaz de lograrlo, es Gaby, se los puedo asegurar. Es la mejor.- Dice Nali que permanece a nuestro lado.

-Por favor, tenemos que hacerlo.- Digo casi en suplica. -Yo... yo lo firmo...- Me adelanto al papel.

-Lo siento, debe ser un familiar.- Interviene Gabriela deteniéndome.

-Malú es su pareja y si ella cree que podemos...- Habla Antonio que mira a su familia antes de continuar. -Entonces lo hacemos.-

Asiento bastante aliviada, pero con culpa, estoy tomando una decisión importantísima basada en una relación que no existe, estoy mintiéndoles en la cara. ¿Qué pensaría Vanesa? Pero el solo hecho de imaginar lo que sentiría si perdiera su mano, no, no, no, me desespero de solo imaginarlo. Algo me dice que es lo mejor. Se que me perdonará.

Gabriela me pasa la hoja y firmo. Nos explica en que consiste el procedimiento, así como los posibles resultados, la noto muy confiada y eso me da calma. Luego de unos minutos, se retira.

-De verdad, podéis estar tranquilos, mi hermana es genial. Os puedo garantizar.- Afirma Nali. -Y ya no os molesto, solo quería daros esto que tomé del coche de Vanesa, imagino que debe ser importante, intenté coger la guitarra, pero ya no hubo tiempo.-

Nos pasa la mochila de Vanesa, algo estropeada por el fuego, la miramos anonadadas.

-¿O sea que tu...?- Habla Toñi.

-¿Tu salvaste a nuestra hija?- Pregunta Francisco.

Nali trata de contestar, pero Toñi no la deja, se abalanza sobre ella y la abraza con mucha fuerza. Nali, algo tímida, corresponde al abrazo, al que luego se le unen Francisco, Antonio y Francis.

-Fuimos mi hermana y yo. Casi no lo logramos.- Dice apenada. -Pero pues el universo quiso que estemos en ese lugar y en ese preciso momento.-

Me alejo dándole espacio a la familia que le hace mil preguntas, aunque quisiera, yo no soy parte, no me corresponde estar ahí. Abro su mochila, en el interior hay un cuaderno, lo tomo y acaricio su tapa, tantas historias que seguramente guarda, la nuestra que se la habrá ido sacando de las entrañas en cada letra, mientras la dejaba atrás y la olvidaba. No puedo con la curiosidad, abro a mitad del cuaderno, una página al azar... "No supimos como hacerlo, vida mía, hicimos del invierno una costumbre, le entregamos el relevo al primero que cruzó, ni tu ni yo fuimos inmunes..."

Acércame tus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora