Capítulo 42

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Narra Malú

Camino a la habitación no dijimos absolutamente nada. Una vez que entramos, Vanesa fue directo a la ducha, solo me dedicó un "ahora regreso".

Estoy sumamente nerviosa, lo admito, esa oración "tenemos que hablar" nunca suena bien. Me estoy armando diez millones de películas en la cabeza.

Vane sale vestida con pijama y se sienta frente a la mesilla en el balcón.

-Quiero que me digas exactamente que es lo que quieres de nosotras.-

Auch, directo y sin vueltas.

-Vane yo...-

-Mira, voy a hablar sin rodeos. Te amo, ¿vale? Te amo con el alma, pero no quiero esto. Eso que pasó anoche, no lo quiero volver a pasar, no de nuevo. Ya lo vivimos una vez y fue horrible. No quiero sentir eso de nuevo, esa sensación de ser ignorada, de tenerte y no tenerte al mismo tiempo.-

-No es así, sabes que no.-

-Pero es lo que sentí, es lo que siento ahora. Anoche me empujaste para que no te vieran conmigo, ¿te das cuenta de lo que significa? ¿Cómo crees que me siento? Igual que antes, no hablar, no mencionarlo siquiera en un grupo de WhatsApp en el que no estuviesen personas cercanas, ni en una simple broma: "ten cuidado de lo que dices, que no sea que nos delaten a nosotras". Entonces no le di importancia, pero ahora, Malú, ahora no quiero eso.-

-Se que lo hice anoche no estuvo bien, ¿vale? Lo sé y me lo he reprochado mil veces. Vane, te amo, te amo con locura, lo de anoche fue un acto reflejo de la maldita costumbre de años atrás.- Digo al tiempo que niego con la cabeza reprochándome a mi misma. -No puedo cambiarlo de la noche a la mañana y tampoco puedo prometerte que andaremos como si nada por ahí, porque eso no va a pasar, soy, somos muy celosas de nuestras vidas.-

-Es que yo no digo que no, solo digo que al menos, si sucede que, en alguna cena, con gente que no es de nuestro ámbito quiero tomarte de la mano, pueda hacerlo. Vamos, es como lo hablábamos con Mónica, si nos pillan en la calle, que nos pillen, ¿qué tiene de malo?-

-Claro, Mónica.- Digo irónica.

-¡Joder! Y ahí están de nuevo los malditos celos. ¡No! Eso no lo quiero de nuevo.- Dice encabronada. -¿Has visto a Nali y Ana? Eso es confianza, una relación madura y eso es lo que quiero, no estas escenas de niñata que tienes cada vez que alguien se aparece.-

-Es que tu no me lo haces nada fácil, maldita sea. Ya ves, todas quieren contigo...-

-No puedo evitar que una fan quiera conmigo, Malú, por favor, eso no lo puedo controlar.-

-Vale, vale, pero si estamos en una fiesta...-

-¡¿Y qué cojones quieres que haga?! ¿Les digo "no te me acerques porque ahí está mi novia"? Si ni siquiera puedo mirarte de más, maldita sea.-

-¿Sabes qué? ¡Basta! No te lo permito, tú también has insistido siempre con nuestra privacidad.-

-Pero no de...-

-No, basta, joder.- Grito ya completamente sacada.

Narra Vane

No discutimos, gritamos, son esos momentos en lo que se dice aquello que contemos muchas veces. No me gusta para nada esto, pero es necesario.

Nos quedamos en silencio un momento, ella baja su mirada nerviosa y enciende un nuevo cigarro. Le da un par de pitadas y vuelve a mirarme.

-Tu también siempre has sido celosa de tu intimidad y no me lo niegues. Vale, quizás yo he sido más extrema, no lo niego, pero no me quieras echar la culpa de todo.-

Acércame tus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora