Acércame tus manos

Capítulo 51

Narra Malú

Me he estado dando vuelta la cabeza de mil maneras diferentes, llevo un par de noches sin dormir, quisiera entender que me sucede, pero no puedo, o no quiero admitirlo, ¿será que ya siento igual que antes?

Llamo a Vane, necesito hablar con ella.

-Gorda, ¿qué sucede? ¿Todo bien?- Pregunta preocupada apenas descolgar.

Evidentemente la desperté, no me percaté que es cerca de las 3 de la madrugada en Estados Unidos, que tonta.

-Disculpa, no había notado la hora, mejor te llamo luego.-

-No, no, tranquila. Me alegra que hayas llamado, me da gusto oír tu voz.-

Siento un nudo en el estómago al escuchar eso. Ella y sus formas que me pillan desprevenida siempre.

-¿Estas ahí?- Pregunta tras un largo silencio de mi parte.

-Sí, sí, es solo que... tenemos que hablar Vane.-

-Oh, okey, vale.- Su tono de voz cambia. -Te escucho.-

-Es solo que... no sé como... ¿Cómo estás?-

-¿Qué sucede, Malú? Llevas días sin responderme y ahora me llamas a esta hora. Necesito que seas honesta, no atrasemos mas esto por favor.-

Me mantengo en silencio por un buen rato, ella tampoco dice nada. Me conoce como nadie, sabe de mis inseguridades, de mis miedos y definitivamente sabe de mis dudas. Y es verdad, llevo días sin tomar una llamada o contestado cortante, la estoy volviendo loca, lo sé.

-Es que ha pasado algo que necesito decirte.- Me mantengo unos segundos en silencio. -Ha aparecido alguien de mi pasado y...- Silencio de nuevo, no se como seguir, siento un nudo en el estómago.

-¿Y te ha removido?- Pregunta con total calma.

-Mas de lo que hubiese querido.-

-¿Entonces? ¿Qué significa esto?-

Su tono de voz ha cambiado, suena seria, pero triste a la vez.

-Tu y yo ya no somos las mismas de antes. Estas allá, hace meses que no nos vemos, creo que ya ni siquiera sé lo que somos. Y yo necesito más.-

-¿Qué somos? Pensé que dos personas que se amaban y estaban dispuestas a luchar por su amor.-

-No se que decirte.-

-¿No sabes que decirme? ¿Necesitas más? Fui a Madrid y no quisiste verme, ¿cómo puedes decir que necesitas más?-

Siento rabia en sus palabras y a la vez, como se le corta un poco la voz. Mis lágrimas empiezan a caer descaradamente, no quiero hacerle daño, ni hacerme daño a mí.

-Estoy muy confundida, no se...-

-No, no estas confundida. No deberías estarlo si me amas.-

-Vane, perdóname. Esto me está volviendo loca, necesitaba ser sincera contigo.-

-¿Así se acaba esto? Este gran y mágico amor.- Dice con ironía.

-No quería que sea así, Vane. No imaginé que esto pasaría, no imaginé sentirme así por alguien más, quizás la maldición es real.-

-No culpes a la maldición de esto.- Dice cortante. -Te agradezco la sinceridad y ahora disculpa, estoy cansada, voy a dormir. Cuídate.-

-Vale...-

No me deja terminar la frase, corta la llamada, yo dejo el móvil en la cama, me duele lastimarla.

Narra Vane