Acércame tus manos

Capítulo 56

Narra Vane

Camina un poco adelante, seduciéndome a cada paso. La sigo con mucho gusto hasta su departamento, la tomo de la cintura en la puerta, la giro y la beso con muchas ansias. Entramos al paso de besos sedientos y caricias que se abren paso sobre la ropa.

-Este es mi departamento.- Dice como puede.

-Me encanta, muy bonito.- Digo al tiempo que llevo mi boca a su cuello.

Claro que no miro el lugar y claro que a ella no le interesa enseñármelo, solo nos interesan los besos y las caricias que desquician.

La aprisiono contra la pared, subo su vestido y llevo mi mano a su intimidad, pero ella me detiene y me separa un poco.

Se queda contra la pared, recuperando el aire, con una mano sobre mi pecho separando nuestros cuerpos, sonríe de lado y me dedica una mirada sumamente seductora, joder, no me puedo resistir a sus ojos, me hipnotizan.

Me toma de la mano y me lleva a la habitación, me detiene en la puerta, me da un beso rápido en los labios, sonríe sobre mis labios y me lleva hacia la cama a rastras tomándome de la camiseta. Joder, no puedo no seguir su ritmo, es como si tuviera un poder en mí.

Me tira a la cama y se sube sobre mi colocándose a horcadas, sus besos empiezan en mis labios, sigue por mi cuello, por mis pechos ya desnudos, mis manos están en su espalda bajando el cierre de su vestido y colándose en sus muslos.

Vuelve con sus labios a mi boca, joder, sus besos son demasiado buenos, la detengo y la separo para mirarla unos segundos.

Narra Mónica

Me detiene, me aleja un poco de ella, me mira de una forma rara que me pone nerviosa, me intimida.

-¿Qué sucede?- Pregunto sin entender.

-Nada, es solo que...- No dice más, frunce el ceño y sonríe.

Me toma de la cintura y de un movimiento queda sobre mí, sujetando mis manos. Vuelve a intimidarme con la mirada, a desnudarme, a enloquecerme.

Con sus labios recorre cada rincón de mi cuerpo y es perfecto. Perfecta su manera de amar, perfecto sus besos, perfectas sus manos, me lleva a la locura y yo hago lo mismo. Nos dejamos vencer al placer absoluto más de una vez. Me duermo sobre su pecho, abrazada a su cuerpo desnudo.

Narra Malú

Madrugada y no puedo dormir, nada hace que logre conciliar el sueño, pienso en Vanesa, en Albert, en Paulina, en todo lo que ha sido esta locura, el volver a ver a Vane y sentir todo lo que pensé que ya no, que no se si fue precipitada mi decisión, mil y mas cosas que dan vueltas mi cabeza.

Pienso en llamar a mi hermano, pero debe estar con Gaby, esta noche salían a cenar, seguramente cena de reconciliación.

Un timbrazo me saca de mis pensamientos, me asusta en realidad, ¿quién puede ser a las 2 am?

-¿Paulina? ¿Qué haces aquí?- Pregunto nerviosa.

-No podía dormir y creo que nos debemos una charla.-

Eleva sus hombros y en sus ojos veo tantas dudas como las que yo tengo. Enseña una pizza y un six pack de cerveza. Sonrío, no puedo negar que tiene un lado tierno. Le doy paso y nos acomodamos en el living frente a una mesa ratona.

-Creo que dejamos las cervezas de lado.- Digo entre risas moviendo las cervezas.

-No seas tonta. Además las necesito para tomar valor.-

Abre dos, una me la pasa a mi y levanta su botella para brindar.

-Por las noches de alcohol y malas decisiones.- Dice.