Narra Malú
-¿Secuestrándome? ¿Cómo...?-
-Eso, simple. Y no puedes hablar.-
Se mantiene seria con el móvil en la mano y yo estoy que no me lo puedo creer, esto es tan suyo.
-Pero ¿A dónde...?-
-Shhh. He dicho que no puedes hablar.-
Hacemos un viaje de una hora más o menos, el coche se detiene en plena carretera, otro coche frena a nuestro lado, Vanesa baja y se adelanta a abrir mi puerta.
-El caso es este.- Dice al tiempo que saca un pañuelo de su bolso. -Estamos un par de minutos de llegar a destino, si quieres ir conmigo, nos montamos en el otro coche, pero vienes bajo mis términos y condiciones, eso significa que no se si regresarás a España este fin de semana. Si no quieres, pues ha sido un gusto verte.-
Lo pienso con detenimiento mientras la observo, joder, su intimidante mirada. Debo regresar a España, pero sé que si me voy no hay vuelta atrás y para ser sincera, tampoco quiero irme.
-¿Me estas secuestrando, no?- Pregunto y ladeo una sonrisa tímida.
Ella sonríe también entendiendo mi mensaje, hace que me gire y me venda los ojos con el pañuelo.
-Ahora tendrás que hacer lo que yo digo.- Susurra a mi oído mientras acaricia con delicadeza mi brazo.
Joder, joder, joder, se me eriza la piel tan solo con su roce, ella y su poder en mí. Nos montamos al segundo coche y en unos minutos llegamos a destino, ella me cede su mano para bajar, se despide del chofer y emprendemos camino. Lleva sus manos a mi cintura y camina a mi espalda guiando mis pasos, yo me pego a ella, y nos reímos ante la inevitable torpeza. Entramos a algún sitio y vamos escaleras arriba.
-Vale, ya puedes abrir los ojos.- Susurra mientras me quita le venda.
-No es verdad.- Digo completamente sorprendida.
Frente a mi una increíble vista de un castillo, antecedido por un río en cuyas orillas hay flores regalando fabulosos colores. No lo puedo creer, siempre he querido conocer uno.
-Ese es el castillo de Kilkenny. Dicen que un beso en ese lugar es producto del amor mas puro y real que puedes experimentar. Según la leyenda, no es fácil darse un beso allí, es como si quienes lo habitaban anteriormente, repelieran amores falsos e irreales.- Explica. -Veremos mañana cuando visitemos el castillo.-
-¿De verdad vamos a ir?- Pregunto emocionada.
-Claro que sí, ahora ponte cómoda, usa la habitación que quieras, nos vemos al rato.-
Se va a una de las habitaciones y cierra la puerta tras ella... ¿cómo, qué...? No lo puedo creer, maldita malagueña, no me la va a hacer fácil, condená.
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Acércame tus manos
Fanfiction"Acércame tus manos, mira quien te habla, este es mi corazón, le puede la emoción de verte aquí..."