Acércame tus manos

Capítulo 64

Narra Vane

Mónica duerme a mi lado, su espalda desnuda es el recordatorio de la noche increíble que tuvimos, hicimos el amor en el baño, en aquel de mala muerte como lo dijo Joaquín, luego en mi casa, éramos nosotras y nuestras ganas inagotables de sentirnos.

No tengo idea de a que hora nos dormimos ni de cuanto tiempo llevo mirándola, es que no puedo creer todo lo que ha hecho por mí, me dedico a acariciar su espalda de arriba abajo.

Beso su cuello, un suspiro de su parte es la respuesta, le muerdo la oreja delicadamente y bajo por su mejilla, su boca y su cuello de nuevo. Esta vez una media sonrisa se hace presente, no abre los ojos aún. Sigo a lo largo de su espalda con besos y pequeñas mordidas, mientras termino de bajar la sabana que la cubre, acaricio su intimidad con mi mano, su respiración se empieza a alterar. Se gira y abre sus ojos, yo no dejo de tocarla, beso su cuello, intenta hacer un movimiento, pero no la dejo, quiero verla.

Su respiración es cada vez más agitada, vuelca su cabeza hacia atrás y se deja hacer, disfruta, llega al orgasmo sujetándose por el respaldo de la cama.

-Supongo que ahora quieres ir a correr.- Susurro a su oído.

-¿A correr? Voy a tener agujetas por tu culpa.- Me besa.

-¿Mi culpa? No te has quejado.-

-Tonta.- Dice entre risas.

Carmela se aparece en la cama y va directo a ella, la llena de besos perrunos, ella ríe y le hace mimos.

-Oye, no a correr, pero si tengo mil cosas que hacer, ¿me acompañas?-

Me sorprende que me diga, así como si nada para salir a hacer cosas juntas, no estoy muy acostumbrada a eso, en realidad no estoy acostumbrada a nada de lo que ella me ofrece. Carmela se acuesta en medio de las dos, rendida ante sus mimos y mirándome con cara de "no sé qué esperas", y pues no puedo contradecirle, ella me entiende como nadie.

Narra Malú

-Es que sigo sin entender porque tienes que ir precisamente con Vanesa, a ver, ella es de Warner, tú de Sony, ella va de promoción y tú de concierto, ¿por qué irían juntas?-

Anoche no pudimos hablar mucho del asunto y hoy desde que amanecimos, estamos con eso, a Paulina no le gusta nada y lo entiendo.

-Es que no lo sé, ¿qué quieres que te diga? No sé quien ha organizado esto, pero yo tampoco sabía que teníamos que ir juntas. Además, no es "juntas, juntas", coincidimos vuelo y nada más.-

-No me termina de convencer, ¿qué quieres que te diga?-

-A ver, a todo esto, ¿qué importa que nos toque ir juntas? Tú lo has dicho, ella va de promo y yo de show. Lo mío es de ida y vuelta, no estaré más de dos días, ella seguramente irá una semana.-

-Si, que se yo.- Dice con cara de pocos amigos.

Recoge las tasas para lavarlas, voy tras ella y la abrazo por la espalda.

-No te tenía celosona.- Digo a su oído.

-No soy celosa, para nada.-

-Ay, aja, recuérdaselo a tu cara.-

-No soy celosa, pero tengo razón y no puedes negarlo.-

-¿Y qué piensas que voy a hacer? ¿Crees que nos vamos a liar?- Lanzo una risa traviesa.

Quiero sacarla de ese tema, que se relaje, que pasemos una buena mañana.

-¿No lo harías? Si tienes la oportunidad, ¿no lo harías acaso?-