Capítulo 20: El sexto día (1/2)

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*Narra Jesús*

[11:00]

Me desperté. Mi hermano ya no estaba. Supongo que habría salido con Lucía.

Me tomé una ducha rápida y me vestí con unos pantalones negros y una camisa roja y negra a cuadros.

Después bajé a desayunar. Cuando terminé me dirigí a casa de (TN) ya que ya eran las 12:00.

Llegué y llamé al timbre. No abrían la puerta. Llamé otra vez. Seguían sin abrir. Llamé una tercera vez y al fin abrieron la puerta.

*Narra (TN)*

Llamaron varias veces a la puerta. Supuse que era Jesús, pero no me apetecía abrirle la puerta y que me viera con estas pintas.

No quería que me viera llorar.

Oí como bajaban las escaleras al piso de abajo para abrir la puerta. Seguramente era mi madre, porque en casa solo estábamos ella y yo.

Escuché una conversación entre mi madre y Jesús.

-Buenos dí... ¿qué le pasa (TM)?

-Buenos días Jesús, si buscas a (TN) está en su cuarto, ella ya te contará lo que pasa.

Mi madre tenía la voz entrecortada.

Después de esa corta conversación, escuché como unos pasos subían las escaleras y seguidamente golpeaban en la puerta de mi habitación.

-(TN), Jesús ha venido a verte.

No sabía que decir, pero desde luego no quería dejarle pasar, no me podía ver con estas pintas.

-¡(TN) contesta!

-Mamá, dejáme, no quiero hablar con nadie.

-Te vendrá bien hablar con Jesús, está muy preocupado.

-Vale... está bien, que pase.

Oí un cuchicheo de mi madre hacia Jesús.

Abrió la puerta. Me tapé la cara con las sábanas. No quería que me viera.

-(TN), ¿qué te pasa pequeña?

Su voz me erizó la piel en segundos.

-Anda princesa... no te tapes, dejáme verte.

-Jesús... no, estoy horrible.

-Tú nunca estarías horrible, eres preciosa pequeña.

Me destapé la cara lentamente, con miedo a ver su reacción.

Mi mirada fue directa a la suya.

-¿Has estado llorando? No por favor, las princesas no lloran... ¿qué te pasa pequeña?

-Jesús... mi... mi padre ha muerto...

Rompí nuevamente en llanto.

-Oh dios, lo siento... lo siento mucho...

Y me abrazó. Es lo que más necesitaba en esos momentos.

Estuvimos así, abrazados durante unos largos minutos.

-Jesús... tú no tienes nada que ver con esto... no hace falta que estés aquí.

-No, (TN), nunca te voy a dejar sola, y menos ahora.

-Siento mucho que no haya estado preparada...

-No pasa nada pequeña, si quieres aplazamos este sexto día, duérmete si lo necesitas.

-No Jesús, tenemos que seguir, te lo prometí, déjame que me arregle y vamos.

-No... enserio, no hace falta (TN).

-Jesús, quiero ir, necesito olvidar esto.

Me eché hacia atrás, apoyándome en su trabajado pecho.

-Vale, si es lo que quieres... me bajo un rato al salón para dejarte que te arregles, aunque estás perfecta.

Río sarcásticamente.

-Qué va, estoy horrible, anda baja.

Le abrí la puerta educadamente.

-¡Estás perfecta! -gritó, justo antes de que cerrara la puerta.

Reí.

Entré al baño.

Miré mi reflejo en el espejo.

Sí, estaba horrible. Me encontraba completamente despeinada, tenía la cara pálida, mientras que mis ojos se encontraban en un tono rojizo.

Me dí una ducha.

Me sentía más relajada, me encontraba con mejores pintas.

Decidí ponerme un crop top blanco y unos pantalones cortos azules junto con unas mustangs blancas. Sencilla y cómoda.

Me planché el pelo, dejándomelo más liso aún. 

Eché algo de base en mi rostro, ocultando mi palidez. Me eché la raya y el rímmel, destacando más mis ojos mieles, ya sin estar rojizos.

Bajé al salón, encontrándome a Jesús dormido.

Parecía un ángel.

-Jesuso, ya es la hora de levantarse -le di un dulce beso en la mejilla.

Se levantó de golpe.

-Me gustaría que me levantases siempre así, salvo que los besos fueran en otra parte...

Reímos.

-Venga, vámonos.

-Sí, vamos, que ya es la 13:00 -bufó -has tardado mucho eh, pero bueno, ha merecido la pena porque estás preciosa, más preciosa de lo que eres ya.

Noté como mis mejillas empezaban a coger color. 

-Anda, no seas tonto y vamos.

-Joder, ya empezamos con los insultos...

Reí.

Salimos afuera de casa. Había un Taxi en frente.

Nos subimos.

Después de unos 10 minutos hablando entre risas, el Taxi paró.

Bajamos del Taxi, quedando yo alucinada.

Estábamos en...

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Bueno, he decidido que este capítulo esté dividido en dos partes ya que es muy largo.

Espero que os esté gustando!

Votad y comentad plis

Besitoos a mis queridísimos lectores :*

Volverme a enamorar |Jesús Oviedo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora