*Narra (TN)*
Estuvimos así. Abrazados. En ese abrazo que me consolaba. Que me hacía sentir un poco mejor. Pero que no podía evitar que siguiera llorando.
Escucho el sonido de la puerta abriéndose. Pero no me apetece nada mirar. No me apetece saber que es Jesús. No me apetece verle. Me ha hecho daño. Y aunque sé que es porque ha perdido la memoria, sigue doliéndome, y mucho.
*Narra Jesús*
Entré en la habitación de Dani.
Me encontré a la chica del hospital abrazada a mi hermano gemelo. Aún sigo sin saberme su nombre. Es raro. Siento algo muy extraño. No serán... ¿celos? No creo. Yo... yo no la conozco.
-¿Estáis saliendo? -suelto de golpe, sin darme cuenta. Me llevo las manos a la boca y sacudo la cabeza -eh... no perdón.
Dani: No, no estamos saliendo. ¿Qué quieres Jesús?
Yo: Yo... yo... nada. Había escuchado un llanto y bueno... me había preocupado... -en ese momento la chica levantó la cara. Mirándome aún con lágrimas en los ojos. Se me encogió el corazón. Pero... ¿pero que me estaba pasando? Esa chica... esa chica... buf me daba la sensación de conocerla... pero, pero no sé, sigo sin caer en quién es.
Dani: (TN)... por favor... deja de llorar... -dijo en susurros apenas audibles.
Ah, o sea que se llama (TN).
(TN)... (TN)... me suena demasiado ese nombre.
Joder, no consigo acordarme de ella.
(TN) asintió y se secó algunas lágrimas de la cara, después volvió a mirarme.
(TN): Enserio... ¿estabas preocupado por mí...? -dijo apenas en palabras ahogadas.
Yo: eh... eh... claro...
(TN) esbozó una pequeña sonrisa. Pequeña pero reconfortante. Saber que la he hecho sonreir... ay dios, ¿no me estaré enamorando de ella? Qué digo dios mío, si apenas la conozco de hace nada, y además... además tengo novia. Alejo esos pensamientos de mi cabeza y sacudo mi cabeza un par de veces.
En ese momento aparece Lucía.
Lucía: eh... hola (TN). Hola Dani. Hola mi amor.
Dani: ¡Lucía di la puta verdad joder! -se levantó de la cama de golpe. Cabreado.
Lucía: ¡Joder niñato! ¡Vengo de buenas y ya me vienes con estas!
Estaba desconcertado. ¿Qué verdad tenía que decirme?
Yo: Lucía... ¿qué verdad es esa que me tienes que decir?
Lucía: Eh... no es nada cariño... sólo se lo ha inventado.
Dani: ¿Pero tú que dices niñata de mierda? Joder Jesús, recupera ya la puta memoria. Joder, que Lucía te está engañando. Abre los ojos Jesús.
Yo: Dios, ¿pero qué te crees Dani? ¿Qué me gusta no recordar absolutamente nada o qué? Joder, que no. Que yo intento recordar algo, ¡pero que no puedo joder! -me estaba poniendo histérico.
¿Y eso de que Lucía me estaba engañando?
Yo: ¡¿Y qué mierda es esa de que me estás engañando Lucía?!
Lucía: Eh... no es nada...
Yo: ¡Joder Lucía! ¡Que no me mientas más! ¡Cuéntame de una puta vez la verdad!
Lucía: ¡CÁLLATE NIÑATO! Si piensas que te voy a decir la verdad estás mal chaval...
Yo: ¡Mira niñata vete ya de mi casa y no vuelvas más! Ah por cierto que hemos terminado, ¿entendido? Ahora largo de aquí imbécil.
Lucía: ¡Tú no me echas de aquí y tampoco me dejas!
Yo: Lo siento pero ya lo he hecho.
Dani y (TN) que miraban perplejos la escena que estábamos montando se echaron a reir por mi comentario.
Lucía: ¡MIRAD NIÑATOS DEJARME EN PAZ! Me voy de aquí porque quiero. Ah y Jesús, te dejo.
Yo: No puedes dejarme porque ya no estábamos saliendo.
Lucía: ¡YA ESTOY HARTA DE TUS VACILES NIÑATO! -estaba apunto de darme una bofetada, pero Dani la paró. La agarró de la mano evitando que me pegara.
Dani: ¡Como le hagas algo a mi hermano te juro que te mato! ¡Ahora largo de aquí hija de puta! -la empujó escaleras abajo y la echó fuera de casa, cerrándole la puerta en las narices.
Se escuchó un "OS ARREPENTIRÉIS" gritado por Lucía.
Nos echamos a reir. ¿Por qué? Ni idea. Pero se notaba que nos hacía falta reir.
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¡Capítulo nuevo!
¿Jesús conseguirá al fin recuperar la memoria?
¿(TN) y Jesús conseguirán estar juntos?
¿Lucía se vengará?
¿Javi se saldrá con la suya?
Bueno, ¿qué os ha parecido el capítulo?
Si os ha gustado, ¡votad y comentad por favor!
¡UN BESAZO GUAPETONAS!
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Volverme a enamorar |Jesús Oviedo|
Fiksi PenggemarFirst story. *************************** Me cogió de la barbilla, suavemente, obligándome a mirarle. Se fue acercando a mí, lentamente, haciendo que tuviera unas ganas inmensas de besarle. Apoyé mis dos brazos en sus hombros, rodeándole el cuello...