Volverme a enamorar |Jesús Oviedo|

Capítulo 20: El sexto día (2/2)

*Narra Jesús*

¡Estábamos en el parque de atracciones!

Sí, la había traído aquí para recordar el primer día que quedamos juntos, bueno, también estaba Dani.

-Wow Jesús, ¡me has traído al parque de atracciones! Qué buenos recuerdos tengo de aquí...

-Sí, como cuando se paró la noria y ¡te pusiste como una loca a gritar!

Reímos.

-Oye, ¡que eso fue por vuestra culpa!

-Uy sí, nosotros hicimos que se parara la noria.

-Tonto.

-Tu tonto.

Me dio un leve golpe en el hombro.

-Auch -me quejé, mientras me frotaba la zona golpeada.

Me sacó la lengua, divertida.

-Venga vamos...

Fuimos a comprar las entradas, pagué yo, claramente no la dejé pagar.

Después, decidimos ir a montar en las atracciones suaves y después en las fuertes, aunque, eso sí, nos dejamos la noria para la última atracción en la que fueramos a montar, para recordar el primer día que quedamos.

La tenía una sorpresita preparada.

*Narra  Dani*

Me había despertado pronto porque había quedado con Lucía, no hice ruido para no despertar a Jesús.

Nuestra relación ya no volvió a ser la misma después de que hubiese quedado con (TN). Ahora estaba más deprimido.

Las palabras de (TN) me hicieron daño, aunque sabía que tenía razón.

Tenía que olvidarme de ella.

Llegué a casa de Lucía después de un buen rato andando, ya que su casa estaba bastante lejos.

Llamé.

Unos dos minutos pasaron hasta que me abrió... ¿su padre?

No sabía quién era. Solo sabía que era alguien desconocido para mí.

X: Hola, soy Juan, el padre de Lucía, ¿tú serás Jesús no?

Me quedé desconcertado. ¿Cómo que Jesús?

-No, yo soy Dani, su novio.

-¿Dani? Nunca he oído hablar de ti, el novio de mi hija se llama Jesús.

¿Cómo? Esto tenía que ser una broma. No entendía absolutamente nada.

Y de la nada llegó Lucía.

-Oh, hola. -me saludó -papá, ya puedes irte -le dijo a su padre.

-Lucía, ¿qué significa esto?

-¿El qué?¿ Qué te ha dicho mi padre? Oh no... -se tapó la boca, me miró y me arrastró adentro de su casa.

-Espera un momento aquí.

La hice caso.

Después de unos minutos eternos, me mandó subir.

Entré en su habitación.

-Dani yo... yo no sé por qué mi padre te ha dicho que mi novio era Jesús...

Wow. Me quedé alucinado.

¿Cómo sabía que me había dicho eso?

-¿Cómo sabes que me ha dicho eso?