Volverme a enamorar |Jesús Oviedo|

Capítulo 43: Guárdate las lágrimas, princesa.

*Narra Jesús*

Abro pesadamente los ojos. Dani duerme a mi lado plácidamente. Sí, a veces dormimos juntos, nos gusta, simplemente.

Cojo mi móvil de la pequeña mesita de noche.

-¡DANI! ¡DIOS, QUE LLEGAMOS TARDE!

Dani pega un salto en la cama y en seguida empieza a vestirse.

Joder, llegar tarde el primer día de clase. Bueno, mejor dicho, mi primer día de clase. Cuando empezaron, yo estaba en el hospital. Sí. En el hospital. Buf, que mal tiempo pasé.

Llegamos ya a las clases. Las 8:32. Teníamos que haber llegado a las 8:00.

Dani llama a la puerta de nuestra clase, 4°B.

Nos abre una profesora y nos manda entrar.

Todas las miradas de nuestros compañeros se fijan en nosotros, incluída la de (TN).

Profesora: ¡Oviedo! ¿Qué horas son estas de llegar?

-Lo sentimos... -soltamos Dani y yo al unísono.

Profesora: ¡Que no se vuelva a repetir! Ya podéis sentaros.

Asentimos y nos vamos a los únicos asientos vacíos que hay, al fondo de la clase, justo detrás de (TN) y Ale, que están sentadas juntas.

La profesora se gira hacia la pizarra, quedando de espaldas, siguiendo explicando lo que quiera que estuviera explicando antes.

Ale se gira hacia nosotros. (TN) no.

Ale: ¿Se os ha comido la almohada o qué? -susurra mientras suelta una carcajada casi inaudible.

(TN): ¡Ts Ale! ¡Que la vieja loca te va a oír!

(...)

Pasan las tres primeras horas. Sociales, Literatura y Naturales, y (TN) ignorándome. ¿Qué he hecho para que se comporte así conmigo? Sin duda me duele, me duele y demasiado.

-¡Oviedo! ¿Es que no piensa salir al recreo? -me pregunta Maite, mi profesora de Naturales.

Me fijo a mi alrededor. Estoy solo, ya todos se han ido. Qué cabrones...

Me levanto y salgo de clase. Cojo mi móvil del bolsillo de atrás de mi pantalón beis.

Miro algunos Whatsapps, que cada vez van llegando más, bloqueándome a veces la aplicación.

Oigo una preciosa melodía. La canción "Sueño" de nuestro disco "Lo mejor está por venir". Que sin duda sé de quién procede.

Entro silenciosamente a la sala de música.

-...y a voz en grito, te busco, y no estás aquí... y no amanece el día, hoy... sin ti.... -termina de cantar (TN). Y seguidamente se echa a llorar.

-Guárdate las lágrimas, princesa. -suelto en susurros, dulcemente.

(TN) se sobresalta. Inmediatamente baja la cabeza, intentando secarse las lágrimas con la manga de su jersey azul.

Me acerco a ella. Poniéndome a su lado.

-Levanta la cabeza, que se te cae la corona, princesa. -le cojo de la barbilla suavemente, subiéndole un poco la cabeza.

(TN): No... no me mires... por favor... estoy horrible... -dijo intentando volver a agachar la cabeza.

Yo: Tú jamás estarías horrible, eres preciosa, (TN). -la levanto de nuevo la cara, suavemente.

¿He mencionado lo preciosos que son sus ojos?

Me mira fijamente, con los ojos aún aguados.

La quito las lágrimas que le quedan. Miro hacia sus labios, sus irresistibles labios.

Me acerco a ella sin dejar de mirarla a los ojos. Sus mejillas empiezan a tener un tono rosado, mientras que se muerde el labio inferior.

Buf, me va a volver loco.

Solo unos escasos centímetros nos separan. No dudo en quitar esa distancia, rozando nuestros labios...

¡Rin! ¡Rin! ¡Rin!

Suena el timbre, interrumpiéndonos. Otra vez. Esta era la segunda vez que nos interrumpían.

Nos separamos de golpe, por el susto, sin aún besarnos.

¿Es que el mundo está en contra de nosotros o qué? ¿Es que no quiere que nos besemos?

Nos dirigimos una mirada. Una mirada que dice todo. Nos salimos de la sala de música, dirigiéndonos a nuestra clase.

Llegamos los primeros, ya que nuestros compañeros están subiendo todavía.

-Buenos días -decimos al unísono, saludando a Paloma, nuestra profesora de matemáticas.

-Uy, no sabía yo que los Oviedo tuvieran una tercera gemela. -nos dice Paloma, haciéndonos reir.

Nos sentamos en nuestros sitios. Hay un silencio bastante incómodo, el ambiente está tenso.

-¡Buenos días! -gritan unos compañeros que acaban de entrar.

Buf, menos mal.

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¡Capítulo nuevo!

Buf chicas, siento mucho, mucho, muchísimo haber tardado tanto... he tenido problemas con Wattpad, buuf. Parece que el mundo está en contra de que suba capítulos...

Bueno, me acuerdo que os prometí maratón, y no lo hice. Odio romper promesas, lo odio. Así que
os prometo hacer maratón, seguramente sean de los tres últimos capítulos + el epílogo.

Bueno, espero que os guste el capítulo.

¡UN BESAZO!