*Narra (TN)*
El médico acaba de terminar de vendarme la pierna.
Dice que he perdido mucha sangre.
Dice que necesitaré llevar muletas durante dos semanas.
Joder macho, si esque soy gilipollas, yo mismo me he hecho daño.
Dios, no puedo más. Me estoy hartando de mi misma joder.
El ruido de la puerta abrirse me saca de mis pensamientos.
Entran mi madre y mi hermano. Mi madre tiene los ojos rojos, dios, soy imbécil, he hecho que mi madre llore, que llore por mi culpa.
Mamá: ¿E-estás bien...? -pregunta nerviosa, preocupada por mí.
Yo: Claro mamá... no te preocupes, el médico me ha dicho que durante dos semanas tengo que llevar muletas, nada más. Estoy bien mamá -la sonrío.
Tras un rato hablándo con ellos, se van.
Mi madre me da un beso en la frente y mi hermano un abrazo de esos que siempre te vienen bien, pues eso.
Me han dicho que Javi se ha ido hace un rato.
Salen de la habitación, volviendo a dejarme sola.
Pero no por mucho tiempo. Jesús, Ale, Dani, Teresa, Marina, Sonia y Calum abren la puerta de mi habitación.
Las chicas, al verme, se lanzan a darme un abrazo de grupo.
-Ay tontas, que me ahogáis -me quejo en medio del abrazo.
En seguida se separan de mí y nos empezamos a reir. Cosas nuestras, no lo entenderíais.
Jesús, Dani y Calum se acercan a mí.
Jesús está cabizbajo. Tiene los ojos... ¿rojos?
¿Ha llorado por mí? Dios, cada vez me odio más. He hecho llorar al chico del que estoy enamorada.
Dani tiene la cara pálida, al igual que Calum.
Se me echan encima y me dan un abrazo.
Se separan en seguida porque saben que me voy a quejar. Ja, cómo me conocen los tontos.
[2 horas después...]
Ya estoy en casa.
Antes he estado entretenida con los chicos, me han estado haciendo compañía en el hospital hasta que por fin me han dado el alta y me han dejado salir.
Ya cada uno se ha ido a su casa. Hemos dicho de quedar mañana y seguir llevando a Jesús por Mairena.
Mi madre al llegar a casa después de traerme del hospital, se ha ido inmediatamente al trabajo de nuevo.
Mi hermano... ni idea de dónde está... bueno, el caso es, que estoy sola de nuevo.
Estoy tirada en mi cama, mirando al techo. Pensando. Lo sé, soy muy rara. Bueno que más da.
Un "click" suena desde mi móvil. Me han mandado un WhatsApp.
Cojo mi IPhone 4S blanco y lo desbloqueo.
Entro en WhatsApp. Es... un WhatsApp de Teresa.
Ay dios, es verdad, no la había pedido perdón todavía.
[CONVERSACIÓN WHATSAPP]
Teresa: (TN), que conste que aún sigo enfadada eh
Yo: Teresa... lo siento mucho... haber esque... esque estoy harta, estoy enfadada conmigo misma y lo he pagado contigo. Perdóname por favor...
Teresa: Claro que te perdono tonta, sólo quería que me lo explicaras. Así que ya sabes, a contármelo.
Yo: Teresa... no me apetece hablar de este tema... por favor entiéndeme.
Teresa: Bueeeno vaaale, te dejo en paz, pero me lo tienes que contar eh, bueno te dejo que me llaman para cenar.
Yo: ¡Adiós Teresitaa!
[FIN CONVERSACIÓN WHATSAPP]
¿Sabéis qué? Que ni yo misma sé lo que me pasa. Pienso en creer que sí lo sé. Pero la verdad no tengo ni idea.
Pienso que sin haber conocido a Jesús ni a Daniel habría sido feliz, pero eso es una completa mentira.
Antes eran mis ídolos, y que los hubiera conocido fue una de las mejores cosas que me pasaron en la vida. Y al enamorarme de Jesús, fue... dios... fue lo mejor. Pero ahora... ahora todo va de mal en peor. Jesús ha perdido la memoria por mi culpa. Dani salió con la imbécil de Lucía. Yo estoy con la pierna destrozada también por mi culpa. Buf y muchas cosas más... si esque desde que he llegado aquí no he hecho más que causar problemas.
Soy lo peor, en serio. Estoy harta de mí misma.
Y con esa mierda de pensamientos, me quedo dormida.
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¡Capítulo nuevo!
Capítulo un tanto triste, lo sé. Bueno... las cosas irán mejorando... ¿o tal vez no? Os dejo con la intriga jajaja
¡Bueno pues espero que os guste el capítulo!
¡Votad y comentad por favor!
UN BESAZO.
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Volverme a enamorar |Jesús Oviedo|
FanficFirst story. *************************** Me cogió de la barbilla, suavemente, obligándome a mirarle. Se fue acercando a mí, lentamente, haciendo que tuviera unas ganas inmensas de besarle. Apoyé mis dos brazos en sus hombros, rodeándole el cuello...