Volverme a enamorar |Jesús Oviedo|

Capítulo 30: No la voy a dirijir la palabra

*Narra Dani*

Me dirijo al hospital a ver a Jesús. Voy solo ya que Ale ha tenido que ir a la boda de sus tíos.

Llego al hospital y entro. Voy a la habitación donde se encuentra Jesús y entro.

Oh dios, ¡está despierto!

Yo: ¡Jesús! ¡Has despertado! -grito muy emocionado.

Mi gemelo pone una cara de confuso que ni te imaginas.

Jesús: Eh... eh sí, claro.

Y entonces mi mirada se fija en la chica que hay a su lado. No, no es (TN), es... ¿Lucía? Sí, Lucía. ¿Pero qué mierda hace ella aquí?

Yo: ¡Lucía! ¡¿Tú qué haces aquí?! No le arruines más la vida a mi hermano ni a (TN) ni a nadie, ¡¿entendido?! -grité muy cabreado.

Jesús: Eh... no le hables así a mi novia chaval, que ella no te ha hecho nada.

¿Pero qué dice este? ¿Se ha vuelto loco o qué?

Dani: ¡¿Pero qué dices Jesús?! ¿Te pasa algo?

Y entonces entró un médico dejándome sin ninguna explicación por parte de Jesús.

Médico: Oh Dani, ya has visto que tu hermano ha despertado, ¿eh? -asentí -Oye, ¿y tú quién eres? -le preguntó a Lucía.

Jesús: Es mi novia, Lucía.

En serio, mi hermano gemelo se ha vuelto loco.

Médico: Tu... ¿tu novia? Juraría que era... bueno, da igual -sacudió su cabeza un par de veces -Jesús, tengo que hacerte unas pruebas, por favor chicos, salid un rato a la sala de espera y avisad a vuestros padres de que Jesús ha despertado para que vengan al hospital.

Y sabía quién había pensado que era su novia. (TN). Ella. No Lucía.

Salimos de la habitación y nos sentamos en unos asientos de la sala de espera.

Cogí mi móvil y marqué el número de mi madre.

*LLAMADA TELEFÓNICA*

Yo: Mamá, ¡Jesús ha despertado!

Mamá: ¡¿Qué?! Enseguida vamos para allá. Llama también a (TN).

Yo: Oh, es verdad, ahora la llamo. Hasta ahora mamá.

*FIN LLAMADA TELEFÓNICA*

Llamé a (TN). Pero no me lo cogía. Llamé otra vez. Nada. Supuse que estaría haciendo algo.

Mi mirada se fijó en Lucía.

Yo: ¡¿Qué has hecho?!

Lucía: Lo que debería haber pasado desde el principio cariño.

Yo: ¡¿Qué mierda has hecho Lucía?! -volví a preguntar, esta vez ya cabreado.

Lucía: A ti no te importa...

Yo: Como le hayas hecho algo a (TN) te juro que...

Lucía: ¿El qué, a ver? ¡¿El qué?! ¿Matarme? ¡Tú no te atreverías!

Yo: ¿Matarte? Qué va, yo no soy como tú. No he caído tan bajo.

Lucía: Mira niñato, ¡callate de una puta vez!

Yo: No te voy a hablar porque no me apetece hablar con estúpidas, no porque tú me lo hayas dicho.

Gruñó. La había dejado sin palabras. Y es que es verdad, no la voy a dirijir la palabra.

Al cabo de un rato llegaron mis padres.

Mamá: ¡Dani! ¿Dónde está Jesús?

Yo: Le están haciendo unas pruebas.

Dicho eso se sentó al lado mío y me abrazó.

Tener un hijo que ha estado en coma durante tanto tiempo le sentaría fatal, y lo entiendo.

Mi padre andaba nervioso frente a la puerta de la habitación de Jesús. Justo como el día que nos dieron la noticia de que Jesús estaba en coma.

Y estuvimos así, esperando a que terminasen de hacerle las pruebas a Jesús.

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¡Capítulo nuevo!

Lo sé, capítulo aburrido... ¡lo siento mucho!

¿Quién será el chico que (TN) no quería ver?

¿Se dará cuenta Jesús que lo de Lucía es todo mentira?

¿Volverán juntos (TN) y Jesús?

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Un beso.