Capítulo 40

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Silas

Han pasado dos semanas desde que Laura murió, ha sido difícil para todos, en especial para Amelia pero vamos avanzando aunque sea a pasos de tortuga.

Ava y yo hemos logrado que coma un poco mas, ya ha parado de llorar gradualmente y se ha animado a desayunar con nosotros, es un proceso tedioso pero no importa, por ella haria lo que fuera.

Enamorarme de Amelia fue tan sencillo como respirar, acostumbrarme a su presencia en mi vida fue un proceso divertido y que me permitió ver muchas de las cosas que estaba dejando pasar y encontré la mujer de mi vida.

Porque no me canso de repetirlo e incluso ya pude decirselo, ella es la mujer de mi vida y la amo, ¡Carajo que la amo!

Termino de acomodar mi corbata y me miro en el espejo, luce bien, Amelia está ayudando a Ava a arreglarse para ir a la escuela y llora cada vez que cruza la habitación de Laura.

Hoy tengo una junta importante porque el detective me tiene noticias, espero que sean buenas. 

Heather se está quedando con nosotros desde que regresé a la oficina ya que Nate esta es Australia en una misión y dado que mi hermana ahora está esperando su primer bebé, no queria dejarla sola y eso me suma mucha tranquilidad al saber que Amelia no está sola en casa mientras yo trabajo.

Ella tiene unos meses de baja en el hospital, justifica depresión y todos la entienden.

Bajo a la cocina y allí estan mis tres mujeres favoritas.

- Buenos dias.- Beso el pelo de cada una.

- Buenos dias papá.- Ava deja un beso en mi mejilla y luego mira a Amelia.- ¿Quieres mas café mamá?

Ella le sonríe a boca cerrada. ¡Por lo menos es una sonrisa!

- No gracias tesoro.- Acaricia su pelo y me mira.- ¿Llegarás tarde hoy?

Niego y tomo un sorbo del café.

- No cariño, llegaré antes de la cena.- Ella asiente y coloca su cabeza en mi hombro.- ¿Estarán bien las dos aqui?

- Si, no te preocupes.- Asiento y beso su cabello.

- Te quiero.- Miro a mi hija y le hago una señal.- Es hora de irnos Ava, llegaremos tarde.

- El jefe nunca llega tarde.- Contesta Heather tomando una taza de café.- ¡Hasta luego!

Me vuelvo a Gina.

- Cualquie cosa, por pequeña que sea me llamas, ¿Está bien?

La nana asiente y besa mi mejilla como cuando era un reverendo niño, sonrio al ver la arrujas que se forman en las comisuras de sus labios cuando sonrie.

- Te quiero nana.- Beso su mejilla y luego miro por encima de su cabeza a mi mujer.- A ti tambien.

Le lanzo un beso y una hora despues estoy entrando en mi oficina luego de dejar a mi hija en su colegio, desde hace dos semanas se siente extraño solamente dejar a una sola niña.

- Buenos dias.- Saluda Sasha entrando en mi oficina.- ¿Como está tu mujer?

- Mejor que ayer y peor que mañana.- Contesto y Sasha asiente.- ¿Ha llegado el detective?

Amelia; anoche soñé contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora