Amelia; anoche soñé contigo

Capítulo 4

Silas

Ser papá es más que procrear un hijo, es estar allí cuando nazcan, ayudar con su comida, cambiar los pañales, dormirle, llevarlo a la escuela, abrazarlos cuando no puedan dormir, contarles historias en las noches, cenar con ellos, enseñarles a lavarse los dientes y que deben agradecer, orientarlos en el camino de la vida, inculcarles valores y sobre todo, demostrarles que los sueños siempre se persiguen, se hacen realidad y lo disfrutan. Yo tengo esa clase de padre y también quiero ser esa clase de padre, lo intento y lo seguiré haciendo hasta que las fuerzas divinas me llamen a otro mundo.

Recuerdo ese 7 de enero del 2007 cuando a las 5:24am nació la pequeña más hermosa que había visto en mis veintiún años de vida, una mota de pelo rubio y sus ojitos azules se acurrucó en mis brazos, en ese momento me jure que nadie la dañaría, nunca la dejaría sola y que haría todo por ella, ella fue mi visita de Reyes magos y les puedo jurar por mi vida que fue la mejor de todas. Lastimosamente mi pequeña no significó lo mismo para su madre.

Hace unos días llegó muy emocionada, dijo que la paso increíble con su tía y la doctora que la atendió en el hospital la semana pasada. Menciono que fueron al cine, conoció a su hermana y que tiene un perro como el de Heather.

Cabe mencionar que Avalene siempre ha querido un perro. Talvés se lo regale para su cumpleaños.

- Papi.- Ava me llama desde el otro lado de la cocina, le sonrío.- ¿Puedo pasar el fin de semana con la abuela Hannah?

Le hago un puchero.

- ¿Dejaras a papi solo?.- Ella baja del taburete y se acerca a mi.- ¿Y si viene el apocalipsis Zombie?

- Pues tu eres el papá, el héroe eres tú.- Y me echo a reír por su comentario.- Anda pa, déjame irme con la abuela.

Miro a mi madre y ella también me hace ojitos, ¿Porque Heather no tiene hijos pronto?

- Conste que dejaras a tu viejo padre solo a expensas de un apocalipsis zombie.- Mi hija se echa a reír y mi mama me despeina el pelo, ¿Porque soy tan débil con ellas?

- Te amo pa.- Eso señores, es la felicidad absoluta para mí, escuchar a Ava decirme que me ama cuando ella no tiene idea de todo lo que es para mí.

Ninguna mujer va a ser capaz de lograr todo eso.

- Siempre me amas cuando hago lo que dices.- Y se cruza de brazos mientras mamá ríe.-¿Qué?

Mi hija me echa los brazos al cuello y besa mi pecho, ¡Oh, cuanto la amo!

- ¿Sabes que eres el papá más guapo del mundo?.- Enarco las cejas con incredulidad genuinamente fingida.- ¿Sabes que tu hija te ama? ¡Venga ya papi!

Mi mamá se echa a reír y beso el pelo de mi hija.

- Ve por tus cosas.- Le insto y en menos de lo que canta un gallo ya está saliendo de la cocina.- ¡Ay mamá, que rápido crecen!

Mi mamá se echa a reír otra vez y asiente.

- Se está poniendo muy guapa.- Asiento en un gruñido, no quiero imaginar los problemas que su belleza me dará mas tarde.- Me comento tu padre la conversación que tuvieron la semana pasada.

Asiento con el humor sombrío, eso me está dando uno que otro dolor de cabeza.

- Conozco la mujer idónea para ti.- Enarco una ceja, me da miedo escuchar eso.

- No me salgas con que es una de las hijas de tus amigas.- Advierto y ella niega con diversión.

- Amelia es una chica encantadora y bueno, ambos pueden llegar a un acuerdo.- Ella me guiña un ojo y yo estoy maquinando en mi cabeza.- Heather te puede ayudar con eso.