Capítulo 54

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Silas

El mundo no puede ser perfecto por desgracia.

En este momento mi vida es como si fuera soñada, hace un mes me convertí en tio de una preciosa niña de ojos azules y pelo cobrizo, al mismo tiempo que me confirmaban que seria padre de dos niñas mas y que Amelia tendría a nuestro campeón.

Mejor imposible, sin comentar que recientemente nos hemos convertido en uno de los bancos mejores administrados según Forbes y mi mujer ha llorado al decirme que está super orgullosa de mi, ¿Qué mejor premio que ese?

Hoy es uno de esos días en los que mi familia se regocija, ¡Mis suegros se han comprometido!

No tengo palabras para describir la felicidad que ha azotado mi corazón al ver la carita de Amelia, esta tan feliz que me puedo dar por servido.

Entro en mi oficina seguido por Sasha y empiezo con mi trabajo.

- ¿Cómo está Amelia?.- Pregunta al cabo de unos minutos de firmas y más firmas.

Sonrío.

- Feliz y hermosa como siempre.- Ella se echa a reir y continuamos con nuestro trabajo hasta que alrededor de cuarenta minutos después, el teléfono suena.

- Buenas tardes, despacho del Sr. Silas Berkshire.- Dice Sasha y cuando veo su cara está pálida.- Gracias, yo le aviso.

Frunzo el ceño.

- ¿Qué sucede?

- Es que tienes que irte para el hospital.- Me pongo de pie al instante.- Ha tenido un accidente y ella no está bien.

Y en ese momento creí que mi mundo completo se derrumbó, solo puedo repetir en mi cabeza una sola oración.

Ella no está bien.

Amelia no está bien y en este momento no me importa nada más.

Llegar al hospital se me hace eterno pero al correr por los pasillos y encontrar a Álvaro sentado en un sillón cabizbajo y con signos de lágrimas es como si un tsunami hiciera estragos en todo mi cuerpo, la mente se me nubla y ni siquiera puedo pensar.

- ¿Dónde está?.- Álvaro se levanta y suspira.-¿Qué sucedió Álvaro?

- Se cayó al ducharse.- Dice y niego con la cabeza frenéticamente.- Romina estaba buscando ropa en el armario, ella le pidió que la dejara sola y no se como sucedió.

Me dejo caer en el sillón cuando escucho más pasos acercándose.

- ¡Silas!.- Me levanto al escuchar a mi papá.- ¿Cómo está? ¿Qué sucedió?

Álvaro habla con mi padre, mi hemana y Nathan se sienta junto a mi.

- ¿Puedes pedir información sobre ella?.- Le pide mi hermana y el asiente poniéndose de pie.-Seguro todo va a estar bien.

- No Heather, nada va a estar bien.- Digo con las lágrimas corriendo por mis mejillas.- Sabiamos que esto era arriesgado, ¿Y si la pierdo?

- Están tus hijos.-Dice y niego con la cabeza.

- Es que a mi ahora no me importan mis hijos.- Me despeino el pelo y miro a mi hermana.- A mi solo me importa ella, no se que voy a hacer si la pierdo.

Mi papá se arrodilla frente a mi y me hace verlo.

- Escuchame Silas.- Asiento y el me seca las lágrimas.- Todo va a estar bien campeón, ella va a estar bien.

- Papá, es que siento algo horrible en mi pecho.- Sollozo y me arrojo a sus brazos como un niño.- Tengo miedo, tengo muchísimo miedo.

Álvaro se sienta junto a mi y aprieta mi hombro, sus lágrimas demuestran que está igual o más asustado que yo.

Amelia; anoche soñé contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora