Capitulo 18

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Amelia

''Rutina tambien es querer vivir todos los dias algo inolvidable

Elvira Sastre''

Cierro el libro en mis manos, me encanta la poesia y todo lo que tenga que ver con ella, estoy en la sala familiar de la casa de los abuelos de Silas, el esta conversando con su abuelo y las niñas estan jugando con Maria y su nieta, es por ello por lo que decidí pasarme a la sala familiar que tiene una biblioteca y un piano cerca.

Esa noche luego del paseo por las calles de Madrid, fuimos a cenar y conversamos mucho.

Nos contamos muchas cosas y nos vimos por un momento como una pareja normal, Silas me abrazaba a cada segundo y eso se sentia bien, de hecho luego de habernos acostado todo se siente un poco mejor, ¿Sera esto una buena señal? No lo se, solo espero que si.

Hoy es nochevieja y hace un dia precioso, hace mucho frio y apenas son las 12:15pm, me gusta este lugar y me siento cerca de mis raices aqui, es como si perteneciera a todo esto y me causa mucha ilusión poder conocerlo.

Mis ojos no se apartan del piano, mis dedos pican por tocarlo y no me hago de rogar, espero que nadie me escuche. Es un lindo piano de cola negro super fino y que la parecer es bien cuidado, me siento en el banquillo y en el atril veo las partituras de una pieza que conozco bastante bien, es una composicion de Yiruma, un pianista surcoreano que es mi favorito, esta es Reminiscent y me encanta, es suave y te transporta.

Me coloco comoda en el banquillo y dejo que las notas musicales fluyan a traves de la combinacion del movimiento de mis dedos y las teclas del piano, me dejo llevar por la musica y me inspiro, ¡No es mi culpa que ame tocar el piano!.

La musica es el lenguaje del alma.

- Eso fue mágnifico.- Me giro cuando escucho una voz detras de mi para encontrarme a Silas y su abuelo observandome, al otro lado se encuentra Aroa y una chica que no he visto.- He estado ensayando esa pieza por semanas y no he podido hacerlo así.

- Yiruma es mi compositor favorito.- Comento sintiendo mis mejillas calentarse.- ¿Estudias piano?

- Estoy intentando aprender.- Comenta y asiento.

- ¿No te molesta que lo haya usado?.- Ella niega y miro a Silas.- ¿Estas listo?

Iremos a recoger a sus padres y a mis amigos, estaremos todos aqui para año nuevo.

- Claro, nos podemos ir ya.- Anuncia y me pongo de pie.- Regresaremos en un par de horas.

Me toma de la mano pero se detiene.

- ¿A donde pretendes ir sin abrigo?.- Me reprende y solo hasta ahora soy consciente de que no traigo uno.- Te vas a resfriar.

- Soy medico, puedo con eso.- Replico y el se rie.

- Nada de eso señora.- Me reprende y se rie.- Ve por un abrigo Amelia o no nos iremos de aqui.

Hago un puchero pero obedezco, subo a la recamara que ocupamos y tomo un abrigo con cremallera oblicua en negro, combina muy bien con mi atuendo que consiste en un jean negro, unos botines de tacon grueso marron oscuro y un sueter blanco, regreso al salon y Silas ya tiene las llaves del auto.

- Ahora si.- Me toma de la mano y me saca de la casa.- ¿Porque tienes que lucir tan bien siempre?

- ¿Porque tienes que ser tan adulador?.- Replico entrando en el auto, el da la vuelta y se sube.

- No lo puedo evitar.- Y sale de la casa.- ¿Quieres ir a la puerta del sol esta noche?

- Me encantaria.- Tenemos en España tres semanas, hemos visitado muchos lugares, fuimos a Barcelona, a Córdoba y la semana pasada estuvimos en Almería, todo eso lo hemos hecho en coche y regresamos ayer para pasar año nuevo aqui.

Amelia; anoche soñé contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora