Amelia
''No olvides que eres la mujer de mi vida''
Las palabras de Silas se repiten en mi cabeza mientras toco las cuerdas de un violín en la casa de mi padre en España, hace poco hemos llegado y no tengo idea de que hacer.
El intro de Desencuentro de Pablo Alboran es tan adecuado para mi, me siento divida en dos partes y nada puede cambiar eso por el momento.
Echo de menos a Silas y no puedo dormir en las noches porque extraño su calor y nuestra casa pero no puedo regresar porque Justo ahora le toca a el jugársela por mi si de verdad me ama, ahora todo depende de él y no se como vaya a resultar esto.
- Pero si ahi estás.- Me vuelvo a la puerta a ver a mi papá sonriendo.- Te he buscado por toda la casa Amelia, ¿Pero que son esas formas de desaparecer hija, por Dios?
Me rio un poco y me levanto para abrazarlo.
- ¿Eras tu quien tocaba ese violín?.- Cuestiona apretando mi cuerpo ahora notoriamente delgado, asiento.- Pero si eres mágnifica.
- Solo lo dices porque soy tu hija.- El se rie y besa mi cabello.- ¿De verdad estás contento porque yo exista?
Mi papá me lleva de las manos hasta un sillón en una pared de la sala y nos sentamos, el mira por la ventana de cristal hasta los viñedos y suspira.
- Conocí a tu madre una tarde de verano, es muy cliche pero cuando la vi te juro que pense que me iba a desmayar.- Me rio y el tambien lo hace.- Era perfecta, unos preciosos tirabuzones negros con esos ojos azules tan llamativos, ni siquiera hablar de su sonrisa y la forma en la que cantaba era magnifica, yo a penas y llegaba como a los veintitres años y ella estaba cumpliendo los veinte ese día, aunque vivia aquí no habia visto una mujer tan hermosa como ella, quise conocerla en el instante pero estaba acompañado por Ricardo, un muy buen amigo que conocerás luego y el no estaba de acuerdo con que conociera a alguien en ese viaje.
- ¿Porqué?.- Frunzo el ceño y el rie.
- Porque Ricardo es argentino y tuvo que dejar a Diana en Argentina para estudiar en Madrid y luego de casi ocho años despues fue que volvieron a reencontrarse, son los padres de Regina y Diego, el no queria que yo tuviera que pasar lo mismo.- Coloca una mano en mi mejilla y sonrie.- Te juro que esa noche que fuimos a cenar con sus amigos fue la mejor cena de mi vida, bailamos, reimos e incluso cantamos una cancion juntos.
- ¿La vie en rose?.- Pregunto y el asiente sonriendo.- Es nuestra canción, fue la primera que aprendi en el piano e incluso al violín junto a ella y mi abuelo, ella adoraba esa cancion.
Mi papá enarca una ceja y rie.
- ¿Que tantas cosas sabes hacer tu?.- Pregunta y se cruza de hombros con diversion.
- Bueno, fui al ballet, toco piano, violín, guitarra, canto y tambien se pintar.- El rie y niega con la cabeza.- Ademas hablo con total fluidez el frances, aleman, ingles, italiano y español, tengo un posgrado en veterinaria, un doctorado en Enología, uno en medicina y una especialidad en Pediatria, se cambiar la llanta de un coche, modelo, tomo fotografias, se montar a caballo con maestría y a veces escribo.
El se rie y besa mi frente.
- En resumen eres una copia de tu madre porque ella hacia todo eso.- Asiento emocionada y veo como sus ojos brillan.- Estoy muy feliz de que seas mi hija, dime ¿Quien no estaria feliz de tener una hija como tu? Todos lo quisieran y yo fuí el premiado, he cometido muchos errores y el mayor de todos ha sido dejar a tu madre.
- ¿Porqué dices eso papá?.- Cuestiono con algo de tristeza.
- Me perdí la oportunidad de hacerla feliz ¿Entiendes eso?.- Asiento con las lágrimas al filo de mis ojos.- Ella era la mujer de mi vida, la primera vez que la bese fue como estar en el cielo, me regaló su pureza y eso es muy importante para mi, yo la amaba y no hubo un segundo en el que no recordara todo de ella pero al final del dia yo solo sabia que su nombre era Romina y que fui el primer hombre en su vida.
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Amelia; anoche soñé contigo
RomanceElla tiene un agujero negro de problemas arrastrandola sin piedad. El puede ser su salvación. ¿La condición? - Cásate conmigo.