Capítulo 42

3.2K 275 2
                                    

Silas

España es un país mágico, lleno de alegria, color y buena vibra, mi madre es española de nacimiento, yo lo soy de corazón.

He pasado gran parte de mi vida en Asturias, visitando a mis abuelos, teniendo grandes amistades y sobre todo, descubriendo lugares.

Pocas veces he estado aqui por algo realmente serio y creo que este sera una de los viajes mas importante de todos.

Estoy a punto de perder a la mujer que amo y puede que esté siendo pesimista pero en realidad se que va a ocurrir exactamente eso.

No tengo idea de su vaya a poder sobrevivir a eso.

En eso de las 2:50pm entro por las puertas de la edificación que alberga Bodegas Torres, una residencia rural muy al estilo español que acomoda por todas sus paredes diferentes fotografías de viñas, botellas, logos, premios y al frente, una fotografia enome del hombre que puede convertirse en mi suegro y ¡Mierda, Amelia es una copia suya!.

Tiene el mismo pelo negro, los ojos oscuros y la misma calida sonrisa, ¿Sera necesaria una prueba de ADN? Creo que no.

- Buenos días.- Me acerco a la secretaria.- Soy Silas Berkshire, vengo a ver al Sr. Alvaro Torres.

La joven me sonríe y asiente, hace una llamada y luego me guia por unos pasillos hasta una puerta de granero oscura.

- El Sr. Torres lo espera.- Informa una nueva secretaria y asiento deslizando mi mano por el pomo de la puerta.

La deslizo y encuentro al otro lado a un señor fornido, de aspecto amable y al que los años al parecer, no han querido pasarle factura.

- Buenos dias.- Saluda con voz amable.- Cuando me dijeron que el mismísimo Silas Berkshire solicitó reunirse conmigo no pude negarme, tome asiento por favor.

Obedezco y me siento frente a el.

Tengo que agradarle a mi posible suegro desde el primer momento.

- Digame, ¿A que debo su visita?

Me acodomo el saco y me aclaro la garganta.

- Vengo a hablar con usted sobre un asunto personal.- El hombre se sorprende pero asiente.- Tengo entendido que para el 1990 usted sostuvo una relacion con la Dra. Romina Pierce, ¿Le suena ese nombre?

El sonríe y puedo jurar que me veo reflejado en el cuando alguien menciona a Amelia.

- Si claro, ¿Como olvidarla? Romina es una de las mujeres mas importantes de mi vida.- Sonrio por su respuesta.- Pero ¿A que viene esa pregunta?

- Bueno, en ese mismo tiempo Romina tuvo una hija y quisiera saber si existe alguna posibilidad de que usted pudiera ser el padre de esa chica.

El luce algo desconcertado.

- ¿Una hija dice?.- Asiento.- ¿Como sabe usted eso?

- Porque esa mujer es mi esposa.- Su rostro se desfigura por la incredulidad.- Su nombre es Amelia Pierce y justo en unos meses cumplirá veintiocho años, ¿Hay alguna posibilidad?

- De haber sido cierto Romina me lo diría.- Dice y entonces procedo a contarle la historia que Amelia me ha contado a mi.- ¿Donde está Romina ahora?

- Lamentablemente la señora se  caso unos años despues y su esposo la asesinó, hace unas semanas su otra hija murió de cancer y esa es la razón por la que lo estoy buscando.- Asiente y tomo la pequeña bolsa en la que Heather a colocado las hebras de cabello de Amelia.- Traigo unas muestras de ADN para confirmarlo, Amelia siempre a querido conocerlo.

Amelia; anoche soñé contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora