Amelia; anoche soñé contigo

Capítulo 48

Silas

¿Alguna vez han estado muy ansiosos por algo? Es decir, sin saber si saldrá bien o si será todo un fiasco.

Mi llegada a España me tiene en esas mismas circunstancias, inquieto y me estoy muriendo de miedo.

¿Y si no está lista? ¿Y si sencillamente no me quiere ver más? ¿Y si es feliz con ellos y no quiere regresar a Charlotte para vivir conmigo y Avalene? ¿Y si es tarde?

¿En que momento se me ocurrio hacerle caso a mi padre? ¡Ay Diosito!

Despegamos en Charlotte a las 12:14am y llevamos mas de nueve horas en el aire, Sasha me ha felicitado multiples veces cuando le he llamado para que haga que un auto me espere en el Aeropuerto de Barcelona en donde llego a eso de las 10:00am hora Española.

- Señor.- Escucho a Cinthya, la azafata.- Abroche su cinturón, estamos por despegar.

- Muchas gracias.- Acato la orden y suspiro profundo cuando vuelvo a ver por la ventana.- ¿Qué estoy haciendo? ¡Ay Jesus, mi corazón no soporta un rechazo!

Suspiro profundo cuando salgo del avión y me entregan las llaves, es en ese momento en el que recuerdo que mi novia tiene un hermano que ha estado pegado a ella como una lapa, veo una foto en Instagram y opto por llamarle veinte minutos después que estoy en carretera.

- Buenos días Osvaldo.- Le saludo.

- Buenos días Silas, ¿En que puedo ayudarte?

- ¿Está Amelia contigo?.- Pregunto obteniendo una afirmación que ya sabia.- ¿Puedes hacer algo por mi?

- ¿Ademas de servir de chaperón?.- Nos reimos.- Claro, solo dime ¿En que te ayudo?

- Necesito verla.- Suspiro y conecto la llamada al auto.- Necesito hablar con ella Osvaldo, me estoy volviendo loco.

- Ajá y dime ¿Cómo piensas verla si no estas en España y ella no tiene intención de partir justo ahora?

- Acabo de aterrizar en Barcelona y estoy yendo a tu pueblo.- Anuncio y el suelta una carcajada.- ¿Me ayudas o no?

- ¿Dónde estás exactamente o cuanto te falta?

- Estoy a solo diez minutos.- Suspiro profundo cuando paso ese letrero que me da la bienvenida.- ¿Dónde la encuentro?

- Estamos en la playa junto a la basílica.- Dice y trato de ubicarme.- Le diré a Romina que la lleve a tomar un café frente al parque y te doy tiempo a que llegues, te esperaré en la parte este de la plaza, vale?

- Gracias, de verdad Osvaldo gracias.

- No lo hago por ti, que conste.- Suelto una risa y luego escucho como se despide.- Te ayudo solo por mi hermana, porque lo primero que dijiste es que tiene una sonrisa muy bonita y yo quiero verla, hasta pronto

Cuelga y yo me rio estruendosamente cuando doblo en una esquina.

Puede que Osvaldo lo haga todo por ella pero a la larga, también lo hace por mi aunque no sea su intención.

Esa mujer es como el aire para mi y no me lo perdonaría nunca si por miedo la pierdo, sin mencionar que mi familia y mi mejor amigo nunca dejarían de darme leña si eso sucede.

Me detengo en el lugar que mi cuñado me indicó y aprovecho para comprar un ramo de rosas, voy recuperar a mi novia, ni modo que llegue sin flores.

- ¡Aleluya, que lento que conduces!.- Escucho que dice Osvaldo en ingles acercándose a mi.- Están por esa calle, vamos.

Avanzamos por la calle cuando escucho las notas de una canción que no puede ser mas apropiada y entonces al doblar la esquina la veo y mi corazón se desboca.