AVISO: +18.
TRÁILER EN MULTIMEDIA.
Siempre he querido explicarlo todo viendo fuera de mí, pero tal vez la verdad resida en la propia fisología. Tal vez yo... sea un monstruo.—Lex Luthor.
Las noches siguientes padecí un terrible y acusado insomnio. Solo era capaz de tenerme boca arriba en la cama, con la mente bullendo a tal magnitud que era incapaz de juntar dos ideas mínimamente coherentes.
Todos y cada uno de los pensamientos que elucubraba giraban entorno al mismo eje argumental: Dark Claw y la mujer asesinada. Con tan solo cerrar los párpados revivía el instante en aquel sucio callejón, al desesperación con la que los dedos fríos y ensangrentados de la mujer se aferraban a los míos, el terror en sus ojos ante la posibilidad de que su hijo sufriese algún daño y luego... como todo esto se iba apagando hasta anularse en la imperturbabilidad de la muerte.
Mi padre seguía firme en su intención de mantenerme alejada del caso, pero aquel recuerdo estaba tan arraigado en mí que era imposible.
No iba a alejarme alegremente. Ansiaba la verdad. Mi deber era cumplir la promesa que le hice a Louisa, proteger a su hijo. Aunque para eso necesitaba encontrarlo.
Por eso motivo y... dado que era imposible conciliar el sueño, me pasaba las largas horas nocturnas tratando de hallar pistas por mi cuenta y riesgo.
Me había metido innumerables veces en la página de Facebook aún no cancelada de la señora Evans, estudiando cada usuario que aparecía en ella, anotando con minuciosidad cada detalle en una libreta. Clasificando familiares, amigos del trabajo, antiguos compañeros de la universidad o relaciones semejantes.
Entre esa lista de nombre resaltaba con color fluorescente el de Stefan Williams, hermano de la reciente fallecida. Por supuesto, Evans aludía al apellido del ex marido.
Tenía tantos datos acumulados que sentía una fuerte opresión en las sienes y el cansancio empezaba a pasarme factura.
Demasiada factura.
—¡Emma! —un fuerte estruendo acompañó a la pronunciación de mi nombre. En conjunto no pude más que sobresaltarme. Me dolía el cuello y notaba todos los músculos entumecidos. Desconcertada y perdida enfoqué el rostro preocupado de Candance— Ya es la tercera vez que te quedas dormida en clase esta semana, ¿acaso descansas algo por las noches?
Bostecé con amplitud, presionando la yemas de los dedos en mi nuca para disipar los nudos y concentrarme mejor.
—No demasiado —admití— pero no es importante. Estoy sometida a mucho estrés, entre los exámenes y todo lo que ha ocurrido. A veces, resulta complicado conciliar el sueño.
Las cejas oscura de mi amiga se hundieron con aprensión.
—Comprendo. Quizás deberías tomar algún medicamento que te ayudase. Porque... estás fatal.
—Oh, gracias —respondí con sarcasmo y esbocé mi mejor sonrisa. Los músculos de las mejillas se tensaron ante la falsedad de esta— estoy bien, no hay de que preocuparse.
Candace no parecía demasiado convencida, y en realidad, no podía culparla. A pesar de mis intentos, era imposible disimular las profundas ojeras y el gesto de cansancio. Si no contamos con el desastroso aspecto de mi melena pelirroja que solía estar recogida en un moño endeble.
—Estaré bien —me corregí— un voto de confianza estaría bien.
—Confío en ti —protestó con un mohín— pero ya ni siquiera quieres salir con nosotros, te encierras en casa después de salir de la universidad... te empiezas a aislar.
ESTÁS LEYENDO
Dark Clak [✓]
Science Fiction02#Héroes. Peligroso, insensible, violento, interesado, maqueavélico, pedante, repudiado por su propia naturaleza. Un ser impredecible y potencialmente despiadado, sin ningún tipo de remordimientos. Y no obstante, el único capaz de evitar que el ca...