022|Baños.

1.5K 217 45
                                    

Hay una diferencia entre tú y yo. Ambos miramos al abismo, pero cuando él nos miró... tú parpadeaste —Batman.


Actué como una autómata, deseando que todo aquello fuese tan solo un mal sueño. Pero era real, lo percibía en cada latido de mi corazón y en la manera que cada vello de mi cuerpo se erizó como un acto reflejo.

—Emma —Alexander insistió en el momento que me deslicé hasta que las punteras de mis zapatillas entraron en contacto con el suelo— estás pálida, ¿quién es ese?

—Es... es... —tartamudeé avanzando a la puerta del cubículo— es...

Mis dedos tropezaron en el cierre con indecisión permitiéndome tomar una bocanada de aire para colmar mis pulmones y hurgando en los resquicios de mi auto control para afrontar lo que se encontraba tras esa puerta.

Sentí como las manos de Alex acudían a mi cadera y su confusión. Pero aunque desease explicarle la situación sería incapaz, por lo que centré mis esfuerzos en lo siguiente. Los ojos bicolor del individuo que había destrozado aquel momento de intimidad relucieron con deleite.

—Buenas noches, reina —moduló con su cadencia característica como un bajo gruñido de felino— ¿interrumpo algo?

Mis cejas se juntaron con molestia.

Brett arrastró su mirada saturada de burla y fruición hacia la figura de mi profesor que se había desplazado hasta quedar a mi espalda, con una de sus grandes manos presionada sobre mi hombro en gesto de apoyo.

—Lo cierto es que sí —intervino el catedrático con voz seria.

—Una pena —respondió el híbrido cruzándose de brazos sobre el pecho— pero necesito hablar con Emma de manera urgente, supongo que podréis follar tranquilamente en otra ocasión.

Antes de que aquello pudiese degenerar en algo más serio recuperé mi capacidad fonadora y di un paso al frente. Extendí los brazos de tal forma que las yemas de mis dedos rozaron tentativamente a ambos hombres.

—Relajaros un poco —mientras que Brett me miró entre divertido y sorprendido la incredulidad y la molestia relucieron en las profundidades de los ojos azules de Alex— Lo siento, prometo que te explicaré las cosas, pero ahora necesito aclarar un asunto con este chico que obviamente desconoce el significado de la palabra modales.

Alex me miró aún dudando, sin moverse de su posición.

—Por favor —insistí— confía en mí.

Finalmente hinchó el pecho haciendo resaltar su musculado torso y asintió con tanta lentitud como gravedad. Dio un paso al frente y sus dedos acogieron los míos con un matiz insistente antes de llevarse mi mano a la boca y besarme con delicadeza los nudillos.

—Te esperaré fuera.

En menos de dos minutos me encontré a solas en presencia del híbrido.

—Si conozco el significado de la palabra modales —intercedió Brett ante el silencio espeso que se había instaurado en los baños— simplemente me parecen innecesarios e inmerecidos a la hora de tratar con seres inferiores.

Chasqueé la lengua.

Inferior sería una de las palabras predilectas en su vocabulario. A pesar de la replica que me ardió en la lengua opté por el silencio, expectante hasta que Brett hundió las manos en los bolsillos de sus vaqueros desgastados y se inclinó teatralmente hacia mí.

Tragué saliva ante su cercanía pero no me amedrenté y seguí sin apartar mis ojos de su mirada felina.

—¿Sabes? Cada día me sorprende más tu nivel de torpeza y estupidez. Mira que concreté los detalles para que fueran sencillos de comprender, incluso para ti, y no obstante... no te has presentado a la cita.

Dark Clak [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora