|:Klance One-Shots:|

Secret K-Pop Star

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–¿Es que no lo ves? KeiKei definitivamente es el que mejor canta, y el más guapo– Exclamó el moreno.

Keith estaba tomando café en una cafetería cercana junto a Lance. Acababa de salir la nueva canción de Colour Masks, la banda de K-Pop que enamoró al castaño. Pero si hablamos de enamorar, nos centraríamos más en uno de los participantes.

Lance McClain estaba loco por KeiKei, el vocalista que se centraba en rapear en coreano. Llevaba una máscara roja y negra con una marca en la mejilla morada, lo que, según Lance, lo hacía ver mas misterioso.

Pero en todo esto, había dos problemas:

Uno, Keith era KeiKei.

Dos, Keith estaba tan enamorado de Lance como éste de KeiKei.

Y eso era un problema, ya que el asiático tenía que fingir que no le importaba esa banda o que su amigo esté perdido por uno de los vocalistas.

–No me importa mucho, a decir verdad– Respondió mientras daba un sorbo a su café.

–¡Oh, apuesto a que desearías cantar como él! Pero nadie puede, él es simplemente magnífico– Murmuró con rastros soñadores.

–¿Cómo puedes pensar que alguien es guapo si ni siquiera le viste la cara?– Preguntó con voz extrañada.

Eso en sí, tenía mucha lógica. El moreno siempre hablaba de lo guapo que era y de su hermosa cabellera, y sin embargo, jamás había visto algo que no fuera la parte de atrás del cabello en algún giro.

–Es instinto puro, yo sé que él es lindo– El cubano siguió viendo la foto mientras bebía su chocolate caliente.

El azabache decidió no discutir más. Después de todo, su amigo tenía que ir a la Universidad y él a el estudio de grabación.

–Vamos Lance, se hace tarde– Se levantó del asiento y agarró su mochila, luego Lance copió el acto.

–Solo desearía despertar un día y tener a KeiKei en mi apartamento cantando Under the Mask...– El morocho estaba mas rojo que un tomate.

Él había dado la idea a su grupo de la canción. Literalmente se traducía como "Debajo de la Máscara", y la había cantando directamente para Lance. Y esa canción justo era la favorita del cubano.

–Dicen que tienen un estudio aquí en Texas...– ¡No debía haber dicho eso! Ahora Shiro lo iba a matar...

–¿¡En serio!? ¿¡Por qué no lo dijiste antes!?– La emoción en los ojos del castaño era inexplicable.

Merecían la pena unos regaños por ver esa cara.

–Pero nadie sabe dónde esta, así que dudo que lo encuentres– Las esperanzas del muchacho bajaron en seguida.

–Bueno, supongo que seré el primero en ese caso– La sonrisa en el rostro del más alto era hermosa.

–Supongo que sí– Inconcientemente, el coreano sonrió con él.

Al llegar al Instituto del latino, se vieron obligados a despedirse.

–Bueno, ¡nos vemos a la salida! Es una pena que vayas a Blade of Marmora en vez de a Altea– Lance hizo un pucherito con sus labios.

–Si, bueno... Mi padre se rehúsa a cambiarme de universidad– Se excusó el menor en altura.

Cada uno se dirigió a dónde debía ir.