Family Reunion

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Los dos hermanos estaban frente a la chimenea, el mayor con una camisa y chaleco negro de traje junto con pantalones negros y el menor con una simple remera y jean. Tenían sus chocolates calientes en la mano, recién hechos. Solían sentarse a beberlo mientras hablaban tranquilamente. Al final de los fuegos artificiales, se daban regalos el uno al otro y se iban a dormir.

No era mucha fiesta, pero el preadolescente lo apreciaba.

Este año, Shiro invitaría a Adam. Era un amigo del Instituto, aunque el coreano sabía que había algo más que amistad. Él no tenía a quién invitar, así que simplemente pasaría la Navidad con su hermano y su amigo.

-¿Estás seguro de que no quieres invitar a nadie?- Preguntó el mayor.

-Sí, a nadie- Aseguró el de ojos violeta.

-¿Y qué hay de ese cubano? A veces hablas de él- Sugirió su hermano mientras alzaba una ceja.

Estaba por decir que no, pero cerró la boca y sorbió la bebida. Finalmente suspiró y se levantó de su asiento.

El chico cubano se llamaba Lance McClain. Era un grado menor que él, tenía tan solo 11 años, pero se acercó un día a hablarle y así se conocieron. Incluso lo abrazó cuando le dijo que no tenía padres, cosa que casi nadie hacía.

Luego de ese acto, Keith no podía sacarle los ojos de encima. Hablaban durante los recreos y a a veces almorzaban juntos. El castaño parecía extrañamente feliz todo el tiempo, y aunque Keith no lo entendiera, le parecía divertido.

Caminó hacia el teléfono y marcó el número de Lance, lo sabía debido al registro. Sonó tres veces, y luego escuchó esa voz risueña.

-¿Hola?- Preguntó emocionado.

-Hola Lance, soy yo, Keith- Respondió mientras volteaba a ver a su hermano.

Éste le sonrió y levantó el pulgar, en señal de que siga.

-¡Oh, el chico de la mullet! ¡Feliz Nochebuena! ¿Qué pasó?- La felicidad invadió su voz, y el asiático no pudo evitar sonreír por unos segundos.

-Um... Era para invitarte a tomar chocolate caliente conmigo en casa...- Murmuró nervioso.

El silencio invadió la llamada, y el mayor comenzó a preocuparse. Tal vez pasaría esta noche con su familia o con sus amigos. Debería cortar la llamada, estaba seguro de que Lance le diría que no.

Habían pasado aproximadamente dos minutos y aún no había respuesta. Estaba por decir su nombre cuando escuchó ruidos del otro lado de la llamada.

-¡Ya volví! ¡Mi madre dice que este año me dejará! ¿A qué hora voy?- La voz feliz del menor iluminó su corazón.

-Creo que... Creo que en media hora estaría bien- Miro a su hermano de vuelta.

Shiro miró el reloj y asintió. Faltaban tres horas y media para la medianoche, así que les daría tiempo para preparar todo.

-¡Okey! ¿Me pasas tu dirección?- Keith asintió emocionado, y luego se dio cuenta de que no podía verlo.

Después de haberle pasado la dirección de su casa y despedirse, dejó el teléfono y corrió a su habitación.

-¿A dónde vas?- Gritó su hermano desde la sala.

-¡A cambiarme!- Respondió el joven, causando risas en su familiar.

|:Klance One-Shots:|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora