Mission to Saturn

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Dedicada a CinnamonNela

Espero que te guste :D




–Bien caballeros, estamos listos- Los dos hombres asintieron ante las palabras de su superior y entraron en la pequeña nave.

–¿Quién lo diría? Por fin estamos yendo juntos a explorar un planeta desconocido, la meta que tuvimos desde que eramos unos simples niñitos– Suspiró en una risa el menor mientras se sentaba en el asiento de piloto.

–Sí, es como un sueño– Sonrió su compañero, santándose detrás junto a la pared, donde estaba el panel multiuso que se conectaba con con la base terrestre.

–¿Sabes qué tenemos en común nosotros dos y Saturno?– El cubano volteó hacia él con un gran sonrisa en el rostro.

El morocho soltó una pequeña risa.

–¿Qué?– Pregunto con una ceja alzada.

–Los tres tenemos anillos– El moreno elevó su mano derecha, mostrando la sortija de oro en su anular.

Keith sonrió, acostumbrado a los piropos de su pareja, y apretó un botón en el panel.

La cara de su superior, Takashi Shirogane, y la de su asistente, Katie Holt, aparecieron en él.

–Aquí el médico especialista Keith Kogane y el piloto Lance McClain, listos para partir– Avisó.

–Preparen el despegue– El piloto comenzó a activar los motores y a asegurarse de que todo estaba en orden.

–Todo asegurado, comenzaremos el despegue en dos minutos– Los dos superiores asintieron.

–Kogane, esta misión será larga y peligrosa, necesitamos que nos informes de cualquier anomalía durante el viaje o en el planeta, ¿entendido?– Explicó la mujer.

–Entendido, señorita Holt.

–En 46 segundos estarán partiendo, les deseamos suerte, camaradas– Los trabajadores en la tierra se llevaron la mano a la frente, imitando el saludo militar.

Keith copió el acto y la llamada se cortó.

Dejó escapar un suspiro y se tapó la cara con las manos.

–Estaremos bien, amor –vio a Lance sonriéndole al sacarse las manos de los ojos–. Volveremos y le contaremos todo a nuestra familia, ¿sí?

El asiático sonrió y asintió.

–30 segundos para el despegue– Le avisó a su pareja, y éste devolvió la mirada los controles de manejo que tenía sobre la gran ventana frente a él.

Ajustó algunos datos y tomó una larga bocanada de aire.

–15 segundos– El médico dio un rápido vistazo a su botiquín, asegurándose de que no lo hubiera olvidado gracias a el nerviosismo.

–5 segundos– Aguantó el aire en su pecho.

Una pantalla en medio de los controles se tornó a verde, y sintieron la gran turbulencia.

Luego de algunos minutos, estaban traspasando la atmósfera.

A Keith siempre le maravillaba como el universo comenzaba a aparecer frente a sus ojos cada vez que despegaban. Era mágico, y causaba que su corazón se acelerara y sus ojos brillaran.

|:Klance One-Shots:|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora