I Break The Law (Parte 2/3)

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Lance acababa de salir de la Universidad. Keith lo había estado molestando más de lo normal ya que era día de examen y se supone que a medida que viven juntos, el demonio puede tocarlo, como pecharlo o esas cosas. Aunque a veces veía las hojas de respuesta y le pasaba algunas, el moreno seguía sin confiar en él.

–¿¡Puedes callarte!?– Explotó el muchacho de ojos claros.

El demonio llevaba hablando desde que salieron, y eso de verdad enfurecía al mas alto. Dedicaba la vuelta a pensar, pero no le era posible debido a cierto fantasma.

–Hey, tranquilo, solo te estaba contando cosas interesantes– Protestó el azabache.

–¿Como qué?– Alzó una ceja, seguro de que solo había estado diciendo pavadas.

–Como que fui un samurai y era bastante divertido– El latino frenó de golpe.

¿Samurai? ¿Acaso no eran los mejores guerreros asiáticos?

–Mientes– Siguió caminando, ignorando la sonrisa en los labios del morocho.

–Pues es verdad, y soy bastante bueno con la espada– Siguió halagándose hasta que llegaron al apartamento.

El moreno se fue a bañar mientras el coreano se quedó en el cuarto. Si había algo que ninguno de los dos quería, era ver al otro o ser visto sin ropa.

Después de reflexionar sobre el ente que lo seguía a todas partes, salió de la ducha. Habían estado unidos hace aproximadamente un mes, y aún no le entraba en la cabeza.
Es decir, ya estaba acostumbrado y todo, pero seguía siendo extraño. Muy extraño.

Salió del baño y vio al fantasma viendo un cuaderno. El baño estaba conectado a la habitación, así que no era sorpresa ver al de tez pálida leyendo algún que otro libro al salir.

Pero ese cuaderno era peculiar y le resultaba misteriosamente familiar.

–Así que... ¿Shiro, huh?– Rió el asiático.

–¿De qué hablas?– Y ahí fue cuando cayó en cuenta.

Corrió a sacarle el cuaderno, pero el ente floto más alto, haciéndole a Lance imposible llegar.

–¿No se supone que es ilegal y todo eso?– Siguió riendo el azabache.

–¡Cállate! ¡Dame eso!– Saltó lo suficiente como para llegar y agarrar el maldito cuaderno.

En seguida lo tuvo en sus manos, lo arrojó a la basura, haciendo que Keith alce una ceja y dejara de reír.

–Wow... No tienes que ser tan estricto con eso– Esa actitud extrañaba al demonio.

Lance solía ser alegre y bromista, y a veces muy enojón, pero jamás trataba las cosas con tal brutalidad. Simplemente buscaría una excusa o se reiría con nervios.

–Ya pasé esa etapa de mi vida– Dijo con aire cortante.

–¿Seguro? Vi como mirabas a ese chico en el examen y...– Fue interrumpido por un golpe en la mesa.

–¡Te he dicho que ya la he pasado!– La tensión crecía en el aire.

–No te preocupes, ese chico se veía realmente bien– Intentó reconfortarlo, sin resultados.

–¿Es que no lo entiendes? ¿Para que fijarse en hombres si no pueden tener hijos y no puedes tener un futuro saludable con ellos? No tiene ninguna ventaja y esta mal– Se notaba que el latino quería evadir la conversación.

Lástima que estaba hablando con su demonio personal.

–¿Dices todo eso por que eres religioso?– Preguntó, sabiendo ya la respuesta.

–No, lo digo por que esta mal y no debería ser así– Trató de ignorar al coreano.

–¿Entonces por qué te gustan los hombres? Eres bisexual, ¿cierto?– No hubo respuesta por unos momentos.

–Aunque lo fuera, preferiría mucho más a las chicas, así que no estaría mal– Agarró un libro del Instituto y se puso a estudiar para evitar responder.

–Eso sigue siendo gay, amigo– Sonrió hacía el castaño, quien seguía fingiendo estudiar.

–¡No, no lo es! Ser bisexual significa que puedes formar una familia y amar de verdad y besarse y esas cosas que solo los hombres y mujeres pueden– En ese momento, algo en Keith se movió.

–¿Te estás escuchando siquiera? ¿¡Ahora los hombres no pueden besar hombres!? ¿¡Ni amarse de verdad!? ¡No sabía que había una pared mágica, señor mitad gay!– Exclamó el asiático, explotando en ira.

–No lo entiendes– No dijo nada más que eso.

–Déjame decirte que lo entiendo muy bien, viví siglos como demonio y a esta altura deberías entender que algunos hombres aman hombres y algunas mujeres aman mujeres– Solo había rabia en su voz.

–Y está bien, pero yo no soy así porque creo que ser así está mal– Se levantó de su asiento y miró por primera vez en toda la discusión al fantasma.

–¿Sabes que es lo que mas me repugna? Que lo niegues– Murmuró, acercándose lo suficiente como para que el cubano lo escuchara.

–No lo niego, ya no soy el mismo de antes, Keith– Respondió con el mismo tono el contrario.

–¿Ah, si? Pues toma esto– Sin pensarlo dos veces, se acercó al moreno y junto sus labios.

No más de dos segundos. Pero eso bastó para que Lance se paralizara.

–¿¡Qué fue eso!?– Gritó cuando volvió en sí.

–¿Acaso moriste?– Preguntó con un tono demasiado rudo.

–¡No, pero aún así no debiste hacerlo!– La última parte fue ignorada por el morocho.

–¡Si no moriste, no hay de que preocuparse! Ahora cierra tu maldita boca de mente cerrada y dí que te gustan los hombres– Obligó el de tez pálida, sus ojos con rastros rojos.

–No lo haré– De repente, una ventana se rompió detrás del latino.

–Dilo– Sus ojos cada vez más rojos.

–¿Por qué quieres que lo haga de todas formas?– Había aprendido a no tenerle miedo a los actos del mayor.

–Porque no hay nada peor que fingir ser algo que no eres por una estúpida religión– Silencio.

Solo silencio.

Los ojos del latino se humedecieron.

Y Keith lo notó, haciendo que sus ojos volvieran a la normalidad y el rojo se vaya.

Finalmente, Lace desvío la mirada.

–Solo olvida que esto pasó– Se sentó de nuevo y siguió estudiando.

El morocho dejo de quejarse y se dio la vuelta, mirando a la ventana.

Sabía cómo se sentía estar rodeado de gente a la que no le gustan los homosexuales y ser un homosexual. Él había sido respetado por muchos, y aún así jamás tuvo la oportunidad de decirle a alguien que era gay.

Vivió y murió sintiendo arrepentimiento por eso.

Y esa era la razón por la cual quería que el moreno lo dijera, sabía que él también se arrepentiría.

Tal vez algún día logre que Lance le diga a alguien lo que siente.

Y si eso pasara, quería estar ahí para verlo.












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