Stories & Realities

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–¿Qué? ¡Él no puede dejar a Cosmo con Lotor! ¿No se da cuenta que lo va a lastimar?– Exclamó el latino mientras alejaba el libro y suspiraba al techo.

–¿Por qué no lo puede llevar?– Preguntó su mejor amigo, dejando su propio libro en su regazo y mirando a la cámara.

–Porque dice que es muy peligroso, incluso para un lobo de otra realidad– Lance devolvió la vista a su celular, viendo como su amigo sonreía y Pidge lo miraba por encima del libro que leía.

–Si los Olkarion nos invadieran, estoy segura de que le crearían una armadura a ese perro– La italiana siguió leyendo.

Casi siempre hacían ese tipo de videollamadas.

Hunk leía los libros de Gordon Ramsay que tenía, Pidge leía "Guía de Extraterrestres para Nerds" y Lance leía su libro favorito.

Lo había dejado de leer cuando vio que solo le quedaba un capítulo, pero había retomado con esta llamada para saber el final de una vez por todas.

"El Chico de las Distintas Realidades" era una obra maestra. Trataba de un chico que viajaba entre realidades para salvarlas, ya que la suya había sido destruida por unos enemigos de los cuales no sabía el nombre, pero estaba determinado a derrotar.

Nadie sabe el nombre de ese muchacho, ya que se llama a sí mismo "El chico de las distintas realidades", y Lance esperaba que al final del libro, ese misterio fuera revelado.

Y, si él era sincero, había desarrollado una especie de enamoramiento con ese personaje.

–¡Oh! Esta receta es muy buena, la próxima vez que nos veamos la tengo que preparar– Sonrió emocionado el mayor.

–Todo lo que cocinas queda bien, no te preocupes– Lo alentó el cubano.

–Sí, espero volver a comer tu comida lo antes posible– Rió la menor.

Los tres siguieron leyendo, y Lance estaba tan concentrado que no se dio cuenta de que solo le quedaba una carilla.

–¡No!– Gritó, asustando a los demás chicos.

–¡Dios! ¿Qué te pasa?– Preguntó Pidge, claramente enojada.

–¡Es un final abierto!– Respondió con tristeza y miedo en la voz.

–Eso solo significa que habrá una segunda parte, ¿no es mejor para tí?– La europea rodó los ojos y continuó su lectura.

–¿Cómo terminó?– Hunk alzó una ceja con curiosidad.

–¡El chico abrió el libro de las realidades y va a salvar la realidad en la que la que los enemigos aún no han destruido ya que es la única realidad en la que puede ir antes del ataque y se tiene que encontrar con una persona para explicarle todo y tengo miedo porque tendré que esperar y no creo poder!– Su discurso fue interrumpido por el llamado de sus amigos.

–¡Lance! Tienes que calmarte– Intentó la castaña.

–Sí, hermano –añadió el samoano–. Seguro que lo sacan pronto, cálmate.

–Es cierto, tengo que respirar– Inhaló profundo y exhaló.

Sus amigos soltaron unas risas y siguieron leyendo. Pero el latino aún no salía de su crisis.

No podía creer que era el final. Estaba feliz porque habría otro libro, pero triste porque tendría que quedarse con la duda.

Se recostó en su cama y cerró los ojos.

|:Klance One-Shots:|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora