Write your Feelings

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–¡Por favor Lance! ¡Hace horas estamos aquí y tu escritor no aparece! Acepta que no vino– Se quejó la menor.

–Tal vez viene otro día, ¿sabes?– Continuó el samoano.

–¡Ustedes ya tienen sus libros firmados! Solo un poco más, ¿si?– Rogó el latino con su libro favorito en la mano.

Pidge había tenido la oportunidad de conocer a Adam W. Nadie conocía su apellido, y eso solo le daba más misterio, que era justo la trama que escribía. Pidge había leído todos los libros del hombre, ya que era amante del misterio y acción, y Adam le daba todo eso.

Además, no se pudo sentir más feliz y orgullosa cuando leyó el primer libro que Adam escribió con una pareja homosexual dentro. Se enamoró de su relación y de ellos.

Le había entrado la duda de la razón por la cual decidió escribir personajes con esas orientaciones de la nada, y sus dudas habían sido respondidas gracias a un vídeo de Adam y otro chico besándose y admitiendo su relación.

Al parecer, el otro hombre se llamaba Takashi Shirogane. También escribía, pero se especializaba en ciencia ficción, drama y ligero romanticismo. Y así fue como Hunk consiguió un nuevo escritor de libros favorito.

Resulta que Takashi tenía un hermano menor adoptivo, quien obviamente también era escritor. Se llamaba Keith Kogane, y escribía terror, drama, ciencia ficción y romance dramático y para nada cariñoso. La mayoría de personajes en sus libros eran rudos y no tenían tiempo para sonreír.

Y digamos que a cierto cubano le encantaban las personas rudas.

Lance no amaba leer como sus amigos, pero gracias a Keith aprendió a hacerlo. Nadie le había visto la cara jamás, y en esta convención sería la única vez que mostraría su rostro, por eso quería quedarse un rato más.

–¡Solo te daremos unos minutos más! Me pregunto qué estará haciendo– Suspiró cansada la menor.

Y para su sorpresa, Keith no estaba haciendo otras expresiones.

–¡No quiero ir, Shiro! Te dije que esta idea era estúpida– Bufó el coreano.

–¡Vamos! Adam y yo ya firmamos y fue divertido, ¿verdad, dulzura?– El castaño ladeó la cabeza ligeramente y asintió.

–¡Ugh! Iré caminando, si la gente quiere conocerme en ese caso merecerá mi firma– El menor se dirigió a la salida de la tienda en la que estaban.

–¡Pero nadie sabe cómo eres!– Gritó su hermano antes de que se vaya por completo.

–¡Peor para ti!– Rió el muchacho y caminó por el lleno lugar.

Había personas a donde sea que miraras, firmando libros, esperando, simplemente caminando o sentados leyendo. Era un paraíso para cualquiera a quien le gustara la lectura. Nunca pensó que estaría aquí algún día, pero luego de ver a su hermano y a su novio escribir y emocionándose por ello, pensó que tal vez no era tan malo.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que no vio al chico frente a él. Sintió algo caer al suelo, pero por el impacto no distinguió qué era.

–¡Lo siento!– Se disculpó el chico.

Era alto, cabello castaño y tez canela, resaltando sus llamativos ojos celestes. Bastante atractivo.

Luego de sobarse la frente, notó que el objeto que había caído al suelo era un libro. Lo agarró para devolverlo, pero no supo cuál era debido a que estaba dado vuelta, y mirar sería de mala educación.

–No, yo no estaba viendo por dónde iba– Respondió el morocho, pero al dirigir su vista al moreno, cruzaron miradas.

El muchacho lo estaba viendo con fascinación, y estaba casi petrificado. Rió debido a eso, y supuso que su risa lo sacó de ese trance, ya que en seguida parpadeó y agarró el libro.

–Está bien, es culpa de los dos– Sonrió el más alto.

–¿Qué lees?– Preguntó curioso.

El castaño miró la tapa del libro y rió.

–¡No, no lo estoy leyendo, de hecho! Estoy buscando a su autor– Explicó con la más grande sonrisa.

–Oh, ¿y quién es?-–Se sorprendió preguntando por más detalles.

–Keith Kogane, ¿lo conoces?– Alzó las cejas con sorpresa, pero tuvo una idea.

–He oído hablar de él, ¿tú que opinas?– Sonrió divertido, no podía esperar a contarle a Shiro sobre esto.

–¿Qué opino? ¡Él es fantástico! Cada una de sus historias te cautiva como nunca, y te sientes súper identificado con los personajes. Por ejemplo, en este libro, el cuál es mi favorito, ¡me siento totalmente un Leandro! Su perfecta explicada actitud y la forma en la que demuestra sus sentimientos es genial– El chico seguía hablando sin parar sobre lo bueno que era el escritor como si estuviera soñando despierto.

¿De veras alguien pensaba eso de él? No pudo evitar observar cada movimiento del más alto con total atención. Sonrió inconcientemente.

–¿Me prestas el libro un momento?– El extraño frenó su discurso confundido, pero luego asintió y se lo entregó.

Lo ojeó unos segundos antes de disimuladamente sacar una lapicera roja. Con la máxima agilidad posible, firmó la primera hoja vacía del libro.

–¿¡Qué haces!?– Exclamó antes de sacarle el libro y ver lo que el chico había escrito.

Al leerlo, sus ojos se abrieron de par en par y devolvió su vista a los ojos púrpura. Keith rió con diversión y guardó la lapicera.

–¿Tú eres...?– Murmuró el de ojos claros.

El asiático asintió y dio media vuelta, desapareciendo entre la multitud.

Lance estaba literalmente sin aliento. Cuando volvió leer la firma para procurar que era real, divisó unas pequeñas palabras con números debajo.

"Mensajea estos números, a ver qué ocurre".

Se quedó incrédulo. Había conocido a su ídolo, y él le había dado su número.

No podía esperar a contarle a sus amigos sobre él.




















...

Definitivamente no escribí esto como fantasía propia.

Además, ya tengo la suerte de haber conocido a mi escritora favorita, y jamás dejo de hablarle a mis amigos sobre ella ♡.


Y por las dudas de que no se hayan dado cuenta, la altura de los personajes indica su edad aproximada.

Si Keef es más bajo que Lonz, significa que están entre sus dieciséis y sus veintidós.

Y si tienen la misma altura, son mayores de veintitrés o por ahí.

Solo un pequeño detalle, para que no se confundan si en diferentes historias tienen diferentes alturas.

'k bye

|:Klance One-Shots:|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora