81. One-Shot

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Eres el desastre más perfecto que conocí

Entraste en su habitación y ahí estaba aquel pelirrojo de ojos claros y piel blanca que te volvía loca. Sus pies colgaban desde la punta de la cama que ya quedaba corta para su altura, su cabeza estaba hundida en la almohada y sus ojos miraban fijos al techo como si esperaran alguna clase de respuesta.

—Ron... —lo llamaste desde el umbral de la puerta.

—No —respondió luego de unos instantes que se te hicieron eternos.

—Tenemos que hablar

Ron suspiró y rodó en la cama quedando en una esquina con la cara casi pegada a la pared.

—¿Qué quieres ahora? —preguntó con la voz casi en un susurro.

Tu te acercaste cautelosamente hasta ubicarte en el centro de la cama, a la altura de su espalda.

—¿Qué pasó en la cena? —le interrogaste con una voz calmada para que se sintiera seguro.

Ron pareció evadir tu pregunta porque lo único que hizo fue acomodarse en su posición.

A todo esto, no podías dejar de preocuparte por el. Había estado alejado durante toda la cena mientras la señora Weasley hablaba acerca de lo fantástico que le iba a Bill en su trabajo, la nueva idea de Fred para sortilegios Weasley, la fantástica actuación de Ginny la noche anterior en su partido de Quidditch con las arpias y, sobre todo, lo orgullosa que estaba de Harry por ser el nuevo jefe del departamento de aurores. En tu interior sabías que aquello último era el mayor causante del malestar de tu novio, pero no te sentías segura para sacar el tema.

—Ron, vamos...

—¿Para que me preguntas si y sabes de qué hablo? —te dijo subiendo la voz.

Suspiraste intentando mantener la calma y a la vez debatiéndote entre sí mencionar tu pensamiento o no.

—A caso... es por.. ya sabes, ¿lo de la cena? —le preguntaste de la forma más dulce posible.

Ron rodó en la cama quedando en la posición contraria a la que estaba antes.

—Ya sabes qué sucede con este tema, ___

—No Ron, nunca terminare de entenderlo.

El pelirrojo pegó un salto de la cama quedando sentado a tu misma altura y a la vez logrando asustarte con su tan repentino movimiento.

—Porque tu no lo pasas, por eso no me entiendes —dijo de forma dura.

—Ron... —lograste decir antes de que él te interrumpiera.

—Tu no vienes de una familia numerosa y de baja posición económica, tu no eres la don nadie de la familia, tu nunca te sentiste tan poca cosa al lado de tu mejor amigo, tu nunca soportaste bromas del resto por tu clase de familia ¡tu nunca fuiste la menos amada por ti madre! Siempre recalcan tus logros, todos, y más tus padres. Pero claro, eres hija única, no tienes con quien competir, ¡yo tengo otros seis malditos pelirrojos que están por encima mío en todo! Y como si fuera poco, el gran Harry Potter parece más de la familia que yo. Y si antes me sentía nadie en mi hogar, desde ese maldito segundo año en el que invité a Harry a la madriguera, los sentimientos fueron peores. No, nunca me entenderás, porque tu nunca fuiste la segunda opción, mucho menos el invisible de tu familia, el menos querido, el que solo era un peso para tu familia... —concluyó y tu notaste como se contenía para no dejar caer sus lagrimas.

Luego de aquello, no supiste que decir. El tema te había tomado de sorpresa. En muchas ocaciones habías hablado con Ron sobre el tema de su familia y sus sentimientos, pero él nunca se había expresado tan abiertamente sobre aquello.

—Ron —repetiste por vez 100000 y tomaste su mano izquierda acariciando su palma para calmar el temblor que producía —, yo... lo siento. Tienes razón, no pase por esas cosas, pero siempre intento entenderte y ponerme en tus zapatos. Y aunque creas esas cosas, ya no son así.

—Claro que lo son —te espetó —siempre alguien debe ser mejor que yo en algo.

—No hablas de "alguien", hablas de Harry —le dijiste con suavidad y él te miro como queriendo decir "wow, ¿en serio? No lo había notado" —y aunque creas que Harry es mejor que tú en muchas cosas... hay algo en lo qué el no te podrá ganar ni en un millón de años.

—¿En qué? ¿Tragar como un indigente que no ve comida hace años? —preguntó desanimado a lo que tú reíste levemente.

—Aparte de eso —volviste a reír y Ron te miro con el reproche en sus ojos —Harry Potter nunca podría ser tan buen novio como lo es Ron Weasley. Lo conoces ¿No? Ese hermoso pelirrojo de gran estatura que aveces incluso parece que le tiene más amor al pollo que a su novia —Ron rió —pffff ese Harry Potter no está ni cerca de significar tanto para ___ como lo hace Ron Weasley. Aunque él crea que no es bueno para nada, para ___ siempre va a ser lo más lindo del mundo, y el chico más importante en su vida. Pero shhh, este es nuestro secreto ¿sí? Si ___ se entera de que te conté lo que siente por el pelirrojo, me matará.

Ron pareció pensarlo un minuto, como si estuviese buscando las palabras justas para lanzar, pero su respuesta fue muy diferente a la que esperabas.

—Soy un desastre —te dijo en voz baja y notaste como la sabana se mojaba con una pequeña gota que había caído desde la cara del pelirrojo.

Levantaste su mirada produciendo que sus ojos se encontrasen y, sin quitar tus ojos cafés de los de él, hablaste.

—Eres el desastre más perfecto que conocí.

𝑯𝑨𝑹𝑹𝒀 𝑷𝑶𝑻𝑻𝑬𝑹: 𝑰𝑴𝑨𝑮𝑰𝑵𝑨𝑺 𝒀 𝑷𝑹𝑬𝑭𝑬𝑹𝑬𝑵𝑪𝑰𝑨𝑺 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora