FRED
—___, pshh, pásame la respuesta de la cinco —te susurró tu novio en medio del examen de aritmancia. Se inclinaba discretamente sobre su lugar, aprovechando que compartían la mesa, e intentaba descifrar tu letra (la cuál hacías lo más diminuta posible de modo que él no pudiera copiarte)
—Ya, Fred —lo regañaste por vez número quién sabe cuál. Acababas de pasar a la consigna número ocho, lo que significaba que deberías dar vuelta el pergamino: Adios a la oportunidad del pelirrojo.
—Oh, está bien, no te enfades cuando no quiera besarte —se removió en su asiento con "molestia".
Rodaste los ojos y tomaste un minuto para pensar con claridad. Fred seguía tirando indirectas poco discretas al aire y llevabas varios segundos cerrando tus ojos para calmarte de la exasperación que comenzabas a sentir.
Cuando por fin tus ojos volvieron a ver, de alguna forma esto no se convirtió completamente en algo concreto. Había algo mal, algo faltaba: los colores. De pronto todo era gris, todo salvo la pulsera roja que Fred te había regalado por su año de noviazgo. El cordón entramado se veía a la perfección, aunque el dije que originalmente era plateado ahora tenía el mismo tono que el resto de las cosas: ninguno.
—Pshh, Fred —esta vez tú susurraste. Él apenas te prestó atención, estaba fijo en la corbata de su uniforme, la cual colgaba de su cuello sin ser atada—, Fred —lo volviste a llamar moviendo su hombro. Ahora sí prestó atención.
—Llámame loco, pero todo se ha vuelto gris —señaló su corbata—. ¿Lo ves? Porque yo no, sólo distingo el rojo. Eso si que es raro —se volteó a George, quien estaba sólo un asiento detrás—. Oye, George...
—Te apoyo —dijo—, sólo puedo distinguir el color de tu cabello.
Fred volvió a mirarte a ti en lo que hacías una mueca de desconcierto. Ninguno sabía lo que eso significaba. Y en caso contrario, sus semblantes se habrían cambiado por la alegría.
GEORGE
—He estado leyendo algo —te contó de repente. Ambos estaban sentados en el patio de la madriguera mientras arrancaban trozos de césped y hablaban cosas triviales. Al día siguiente deberías volver a Estados Unidos, pues regresarías a Ilvermorny para un último año escolar y tenías que prepararlo todo.—Guau, ¿tú lees? —bromeaste y él fingió molestia tocando su pecho.
—Ni cuando me dices "yo también" en lugar de "te amo más" me lastimas tanto como ahora, ____.
Te reíste mirándolo directo a los ojos, sentiste un brillo de incertidumbre en ellos. No sabías cómo se distinguía, pero tu lo hacías.
—Vamos, ¿qué has estado leyendo?
George pensó un instante sus siguientes palabras.
—Ayer solo vi un color —comentó y alzaste una ceja—. Es decir, todo se veía gris menos el amarillo... ahg, olvídalo.
—No, está bien —lo frenaste apoyando tu mano sobre su brazo—. A mi también me sucedió.
George tardó en responder.
—¿Con cuál color? —preguntó después, mirándote directo a los ojos.
—El verde... —tu voz se achicó. Rápidamente él hizo una mueca de alivio.
—Oh, Merlin, que bueno —suspiró— Había leído que aquellos que veían el mismo color estaban destinados a alejarse el uno del otro.
Tardaste en reaccionar. Luego tomaste a George de las mejillas y hablaste con decisión.
—Un maldito color no interesa —clavaste tus ojos en los suyos—. Yo siempre estaré a tu lado aunque deba desafiar a la ciencia o de donde sea que haya salido esa cosa de los colores.
Él asintió y te abrazó con fuerza, como cuando abrazas a alguien por última vez. De pronto se sintió como si esa fuese de verdad la última vez que lo tendrías entre tus brazos, algo se alejó en aquel preciso instante.
Ambos sabían qué significaba en realidad su desacuerdo en la visión. Ambos sabían que no podrían cambiar el destino. Lo que no sabían era la razón por la que se alejarían.
El año siguiente su hermano murió y no sintió que podría volver a amar.
NEVILLE
—¿Qué haremos al respecto? —le preguntaste a Neville. Estaban sentados fuera de la entrada a la sala común de Hufflepuff, cruzando las piernas y recordando las palabras que Hermione les había lanzado.—¿A caso crees en eso? —Neville alzó una ceja con incredulidad y algo de dolor.
—Bueno, tú eres quien comparte color con Luna y a quien he encontrado en situaciones comprometedoras —escupiste con cierta molestia.
—¿Bromeas? ____, hay cientos de personas en el castillo que vieron el azul —se defendió con sorpresa a tus acusaciones—. Y otras cientos que vieron el amarillo. ¿Cómo si quiera puedes deducir que mi alma gemela sea Luna por un maldito color? —casi gritó.
—Por favor, cálmate —susurraste al notar que quienes pasaban cerca los miraban.
—¡No! —se paró— es suficiente,— ____, lo doy todo por ti, trato de demostrarte cuánto me importas. Tú y sólo tú.
—Oye, Nev, por favor —pediste, pero él no te hizo caso.
—Piensa en lo qué haces, ____, no entiendo para qué sigues conmigo si no confías en lo que siento.
—Lo hago hace dos años —te quejaste con lágrimas en los ojos al oír sus palabras.
—Y temes de Luna hace dos años —no respondiste. Él suspiró alzando las manos y comenzando a caminar hacia atrás— ¿Sabes qué? Déjalo así.
—No, Nev, yo... —él no dio el brazo a torcer. Te quedaste viendo como se iba, perdiéndose entre el resto de las personas, mientras apenas podías ordenar tus ideas. Eso no significaba una ruptura... ¿verdad?
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𝑯𝑨𝑹𝑹𝒀 𝑷𝑶𝑻𝑻𝑬𝑹: 𝑰𝑴𝑨𝑮𝑰𝑵𝑨𝑺 𝒀 𝑷𝑹𝑬𝑭𝑬𝑹𝑬𝑵𝑪𝑰𝑨𝑺
FanfictionImaginas y preferencias de los personajes de "Harry Potter" Gracias por el apoyo❤️ «» Primera publicación 15/12/17 [La historia fue publicada hace años, la narración podría ser mucho mejor, los errores no han sido corregidos para mantener los coment...