82. One-Shot

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Ya no puedo amarte

Entraste furiosa a la habitación que compartías con Draco en aquel espacioso departamento en Londres. Desde tus ojos bastante hinchados caían una catarata de lágrimas que limpiabas constantemente para no sentirte vencida por la tristeza.

Comenzaste a quitar toda tu ropa de su lugar y tirarla al piso sin siquiera percatarte de la presencia de tu novio. Mientras tanto, él se encargaba de levantar cada prenda intentando detener tu intento de abandonarlo.

—Vete al infierno, Malfoy.

—Por favor, ___, no puedes enojarte por eso.

—¿¡Como que no!? —bramaste —¡Vienes de acostarte con Párkinson! ¡Y además me entero que no es la primera vez!

Draco te miró sin ninguna mueca en su cara. Ni siquiera sabía que responderte.

—Eres un idiota —dijiste por fin.

—No te vayas —dijo en un susurro casi inaudible.

Rodaste los ojos y seguiste tirando tu ropa.

—Habló en serio, ___, no quiero perderte.

Tu mirada se desvió del piso directo a los ojos del rubio. La incredulidad y rabia con la que lo admiraste hizo que la piel de tu, hasta ese momento, novio se pusiera de punta.

—Ya lo hiciste.

—¡Perdón! ¡No sabía lo que hacía,___! —gritó desesperado.

—¿¡No sabias!? Vamos Draco ¿Cuál será tu siguiente excusa? ¿Estabas drogado? ¿Inconsciente? ¿Bajo el maleficio imperius? ¡Vamos dame una maldita razón para volver a caer como una imbecil en tus mentiras! —Draco se quedó callado y para ti fue suficiente para entender que aquello no tenía remedio—. Mejor mañana regreso por mis cosas —le dijiste con voz fría para luego rodearlo y abandonar la habitación, no sin antes dar una patada a tu ropa desparramándola por todo el piso sin importarte que fuera de tu pertenencia.

El Rubio te siguió sin titubeos mientras gritaba que te quedaras.

—Por favor —volvió a susurrar cuando permaneciste paralizada al frente del sofá de cuero mientras veías la pantalla de tu celular por donde minutos antes te habías enterado de la traición de tu novio— __... yo... yo te amo —sentenció.

En ese momento tu corazón pareció detenerse un instante. Draco nunca te había dicho eso. No solía demostrar sus sentimientos de esa forma.

Pero aún así era un total cretino. Te acababas de enterar que hacía medio año se veía con Pansy en un hotel a unas cuadras de donde vivías. ¿Ahora tenía el descaro de decirte que te amaba?

Sin siquiera darte cuenta, sin siquiera pedir permiso, las gotas ganaron la guerra contra ti misma y comenzaron a derramarse por tus ojos nuevamente, pero esta vez con más intensidad. Y tú no hiciste nada para detenerlas.

—Esas palabras ya no valen nada —dijiste y sentiste como tu voz y tu corazón se quebraban en la última palabra.

—Pero es así, ___, Te amo. Te amo más que a nadie y no quiero perderte por algo de una noche.

Draco se acercó con cautela hasta ti, pero te corriste antes de que pudiera siquiera tomar tu cara entre sus manos.

—No, Draco, no quiero saber nada más de ti —tomaste tu celular y luego lo miraste a los ojos— Terminamos.

—¿Qué? ¡NO! ¡Por favor, no! —te rogó con la cara roja, a punto de largarse a llorar.

—Estuviste con ella, me viste la cara de imbecil en mis narices. "Lo siento amor, hoy salí tarde del trabajo" "tuve que quedarme a hacer horas extras" "se que es feriado, pero debo adelantar todos los papeles que van retrasados" y yo te creía —tu voz se quebró aún más y se te hizo imposible no derramar más lágrimas—. No sabes cuantas veces me dijeron que no habías cambiado. Y yo decidí confiar en ti. Dejé todo por ti. Fui la mejor versión de mi solo por ti. Y terminas prefiriendo acostarte con otra desde hace meses. ¿A caso yo no era suficiente?

—Lo eres. Eres más que suficiente.

—Entonces el problema eres tú —sentenciaste y Draco te miró desentendido.

—¿De que hablas, __?

—Eres un niño mimado. Siempre tuviste todo lo que quisiste. Cientos y cientos de objetos valiosos a los cuales nunca les diste importancia. Siempre dijiste que yo era una persona muy valiosa para ti. Se ve que al final termine resultando ser parte del grupo de "objetos valiosos sin importancia para Draco Malfoy"

—No. tu eres todo lo que necesito.

—Creí en ti, en tus palabras, tus mentiras. Y ¿sabes que? Pensé que había cambiado. Pero al parecer no es así.

—___ —Volvió a susurrar, ahora con las lágrimas en sus mejillas —, te amo...

—Pues yo ya no puedo amarte.


Bueno, en Argentina están a punto de ser las 00:00 de la noche del 31 de agosto... eso significa... 1 DE SEPTIEMBRE. Y un año más sin que mi carta llegue. ¿A caso la lechuza aún no encuentra mi dirección?

𝑯𝑨𝑹𝑹𝒀 𝑷𝑶𝑻𝑻𝑬𝑹: 𝑰𝑴𝑨𝑮𝑰𝑵𝑨𝑺 𝒀 𝑷𝑹𝑬𝑭𝑬𝑹𝑬𝑵𝑪𝑰𝑨𝑺 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora