𝑯𝑨𝑹𝑹𝒀 𝑷𝑶𝑻𝑻𝑬𝑹: 𝑰𝑴𝑨𝑮𝑰𝑵𝑨𝑺 𝒀 𝑷𝑹𝑬𝑭𝑬𝑹𝑬𝑵𝑪𝑰𝑨𝑺

94. One-Shot

Nunca dejaré de amarte

Noche del 22 de octubre de 2015
—Debo irme —te informó Neville tomando tus manos entre las suyas.

—¿Qué? ¿A donde? —le preguntaste con curiosidad.

—A Kenia —respondió con una sonrisa.

Lo miraste confusa, no sabías de que hablaba.

—Y eso es...

—Un país ,____, en África.

Sonreíste como si supieras exactamente cuál era el lugar del que hablaba.

—Oh si... Kenia, estaba leyendo sobre ella el otro día —mentiste—, su capital es... Eemm

—Nairobi —te recordó.

—Empieza el  matriarcado.

Neville rió por tu comentario.

—Dicen que es el mejor lugar para el cultivo de plantas —te contó con gran entusiasmo—. Tengo que conocerlo.

—¿Y plantaras una mimbulus mimbletonia allí? —le preguntaste en broma.

—Pienso hacer un viaje muggle, nada que tenga que ver con magia.

—¿Crees lograrlo?

—Logré conquistarte, puedo hacer cualquier cosa —aseguró besando tu frente.

Mañana del 24 de octubre de 2015
*por el canal informativo de Londres*

—Noticia de último momento: se cae el avión 1105 con destino a Nairobi-Kenia en medio de un bosque a dos horas de destino. Los encargados del trágico accidente han informado que, trágicamente, ninguno de los pasajeros del vuelo ha logrado sobrevivir al gran impacto del choque. Desde ya, damos nuestro apoyo a las familias de las víctimas.

Luego de eso, por el canal pasan fotos del incidente: el avión destrozado, con diferentes partes desordenadas por el bosque y fuego a su alrededor; la policía registrando el lugar; la forma en la que quedó parte del terreno y los árboles derribados.

—Hasta ahora, solo sabemos el nombre de un par de víctimas, ellas son:  Meredith Rawson, Andrew Michelson, Fabián Sproud , Frank Montiel, Neville Longbottom.. 

Tu corazón se paró y tus oídos dejaron de prestar atención en cuanto tu novio formó parte de la noticia. Una lágrima cayó por tu mejilla al sentir aquello, era el vuelo de Neville y su nombre...

Entraste en alguna clase de desesperación, eso no podía ser verdad, tenía que ser una pesadilla o una broma. Seguramente habías escuchado mal.

Solo podías saberlo de una forma. Llamándolo.

Un tono... dos... tres... cuatro...
Estimado cliente, el número que usted marcó se encuentra apagado o fuera del área de servicio.

Noche del 1 de enero de 2019
Suena el eco de una voz en tu cabeza
"Ya verás.____, en el 2019 estaremos viviendo juntos en una hermosa casa, con un gran jardín para que cuando tengamos una hija ella pueda divertirse y apreciar el espacio lleno de flores, en especial las que te gustan a ti. Será nuestro mejor año,____."

De pronto te encontrabas en la estación de King's Cross, pero esta vez convertida en aeropuerto. A tu lado se encontraba Neville, con una valija su mano izquierda y a una hermosa niña de pelo castaño a upa en su brazo derecho.

Pasajeros del vuelo 1105 con destino a Nairobi-Kenia, favor de abordar por la puerta 04.

—Ese es mi vuelo —anuncio Neville entregándote a Samantha y mirándote a los ojos—. Te voy a extrañar,____

De la nada, comenzaste a llorar, ni tu entendiste esa reacción.

—Por favor, no llores. No llores,____, algún día nos reencontraremos —Neville intentó tranquilizarte tomando tu cara entre sus manos—, pero tu continúa tu vida y se feliz, cariño.

La figura de tu novio comenzaba a desaparecer, al igual que la de aquella niña. El pánico te abundaba y las lágrimas no cesaban.

—Te necesito, Neville, me haces mucha falta —susurraste entre lágrimas.

—Siempre estaré contigo,____, siempre —de a poco la claridad de la voz se esfumaba, junto con él—. Solo no olvides que nunca dejare de amarte.

Dicho eso, todo desapareció y la escena cambió a un espacio en blanco, vacío. Te largaste a llorar allí, sin contener nada, desahogándolo todo y recordando cada momento a su lado.

Despertaste con rapidez, incorporándome en la cama. Prendiste la luz de la mesa asustada y te volteaste en la cama: allí, sobre una cuna al lado, reposaba Sam, la misma niña del sueño, la bebe que habías adoptado. Por problemas médicos, el plan de tu vida con Neville siempre había sido ese: una hermosa bebe llamada Samantha que cuidarían y amarían juntos. Esa niña era todo lo que tenías y todo lo que te importaba.

Miraste para la mesa de luz, exactamente a un pequeño cuadro que reposaba allí.

—Yo tampoco dejare de amarte nunca, Neville —dijiste con nostalgia antes de apagar la luz.