𝑯𝑨𝑹𝑹𝒀 𝑷𝑶𝑻𝑻𝑬𝑹: 𝑰𝑴𝑨𝑮𝑰𝑵𝑨𝑺 𝒀 𝑷𝑹𝑬𝑭𝑬𝑹𝑬𝑵𝑪𝑰𝑨𝑺

98. One-Shot (🔥)

Este capítulo tiene contenido """xxx"""
Si no te sentís cómoda  leyendo partes "subidas de tono"  omití el One-Shot
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Me encantas,
en todos los sentidos de la palabra

Con Draco habían comenzado a salir hacia ocho meses y éste era el primer viaje a solas que hacían.

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—Draco, esto es hermoso —dijiste, sorprendida, al entrar a la habitación del departamento que tu novio había conseguido para sus vacaciones en Punta Cana.

—Pensé que te gustaría la vista al mar —susurró, abrazándote por atrás, mientras tú estabas fija en la gran ventana que te dejaba ver el atardecer; el cual caía por el mar.

—Me encanta —aseguraste, dándote la vuelta y mirándolo a los ojos—. Es tan romántico.

Draco sonrió. Te sorprendió que no dijera algo así como "Puag, odio lo romántico".

—Esa era la intención —te susurró al oído y sonreíste. Su gruesa voz en tu campo auditivo te provocaba escalofríos y temblores en las piernas.

—Creo que iré a darme una ducha —le avisaste con la intención de que quisiera acompañarte, pero no dijo nada— ¿Vienes?

Draco negó.

—Ve, dúchate y vuelve rápido —pidió con un aire de picardía, produciendo que te mordieras el labio.

—¿Qué traes entre manos, Malfoy? —inquiriste.

—Nada... solo quiero que acabes rápido —te dio un pequeño beso— para poder tenerte más tiempo.

—Entonces ven conmigo —casi rogaste. Luego de un largo viaje en avión, lo único que querías era tomar un extenso baño con tu novio y relajarte de toda la frustración que había traído aquellos meses en el trabajo de cada uno.

—Mañana —sentenció.

Te quejaste entredientes antes de tomar una toalla y dirigirte al baño del lugar. O tu novio era un sucio, o se negaba a las pocas oportunidades con respecto a algo asociado a tu cuerpo/complejidad.

Saliste casi a los diez minutos de haber entrado, seguías frustrada y las ganas de tener una relajante ducha no llegaban.

Fuera del baño todo estaba a oscuras y en silencio. Solo podías escuchar el ruido de tus pies mojados, sin animarse a completar sus pasos por la madera.

—¿Draco? —Murmuraste— ¿Se cortó la luz?

—No en realidad —dijo alguien a tus espaldas. Te diste vuelta al instante, asustada. Ahí estaba tu novio. Aunque no podías verlo por completo debido a la poca luz.

—¿Por qué apagaste todo? —le preguntaste desentendida.

—Shh —te pidió, tomando tu mano y guiándote hasta la habitación, pasando por el pequeño living que tenía el lugar.

Cuando más se aproximaban, más podías notar como una pequeña iluminación llegaba desde el lugar.

—No soy el mejor en esto... —apresuró a defenderse cuando ya estaban en el lugar y tu boca se encontraba ligeramente abierta, acto que él tomó como sorpresa para mal. En el fondo temía que te sintieras presionada, debido a que muy pocas veces habían llegado a ese punto de intimidad. Razón: sabes que me avergüenza que veas mi cuerpo desnudo.

Pero la verdad era otra. Estabas realmente emocionada. Draco había preparado la habitación con velas en las mesas de luz y a la entrada para dar iluminación, pero dejarlo un tanto oscuro. Toda la habitación estaba desparramada con pétalos de rosas. A diferencia de lo acostumbrado, estas eran blancas, debido a que para ambos el rojo era muy caracterizado en lo romántico y preferían algo "diferente".