Siete días.|| Min Yoongi y Tn.

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Yoongi después de tomar una larga ducha se encontraba mirando su aspecto en el espejo, se vistió optando por algo sencillo pero elegante a su vez. Sujeto su celular y las llaves de su auto, no dejo ninguna nota ya que era algo común que hiciera de las suyas cuando y donde quisiera. Condujo con precaución por la carretera rumbo a la mansión donde se realizaría la fiesta.

Al llegar solo estacionó para bajar de su auto colocando el seguro en el mismo, encontró a los chicos a los segundos cada uno recostado de sus autos. Le pareció realmente extraño aquello, apresuró mas su paso para estar cerca de ellos y saber que ocurría.

-¿Qué sucede chicos? -miró uno por uno para ver sus diferentes expresiones, cosa que resultó en vano.

Ellos despegaron la vista de sus celulares en cuanto escucharon aquella voz muy conocida por cada uno, giraron a verle sin mostrar signos alarmantes para el pálido.

-Esperábamos el alma de la fiesta. -dijo Jimin refiriéndose perfectamente a él. Observó a los demás que asintieron de inmediato.

Soltó una risa levemente visible, tenía los mejores amigos.

-¿Y Jungkook? ¿Aún no llega? -negaron. Suponían que la estaba pasando realmente bien, de lo contrario ya estuviese allí junto a ellos.

Luego de un rato hablando entre ellos el piel pálida realizó un ademán con la mano para indicarles entrar a lo que ellos entendieron, caminaron en conjunto a la entrada de la mansión. Solo había una palabra para describir todo el entorno, locura. Música de buena calidad, bebidas estupendas y muy variadas. Y lo mejor ¡Espuma! Un espuma party. Le gustaba el buen sentido que tenían esas chicas tienen sus secretos.

No pasó ni medio minuto cuando una de las jóvenes dentro del lugar se acercó a ellos, sondeando sus caderas y una risita traviesa en sus hermosos labios.

-Hola. -saludó mirando a los hombres frente a ella- ¡Que bueno que vinieron! -expresó feliz la organizadora de la fiesta.

-Gracias por la invitación nena. -agradeció uno de ellos junto a un guiño de ojo. Ella se ruborizó evidentemente, ocasionando que su corazón se aceleré por la felicidad.

-Seokjin. -se acerco a él tímida, no había persona que no supiera que ella gustaba del hombre de labios gruesos, era muy claro.

-¿Si preciosa? -le lanzó una mirada seductora, atrayendo toda su atención.

-¿Me quieres acompañar a buscar algo? -dice cerca de sus labios.

-Chicos, nos vemos luego. -haciendo posesión de su cintura, giró leve su rostro por sobre su hombro demostrando una mirada pícara. ¡Ese era su amigo!

Luego de eso llegó Jungkook. Continuaron charlando de cosas sin sentidos, bailando para liberar su estrés y evitar embriagarse tan rápido, Jimin, Hoseok y Namjoon estaban besándose con chicas y tomando por su lado. Por otro parte Jungkook y Taehyung se encontraban bailando animadamente con unas jóvenes. Mientras que Yoongi disfrutaba a su modo, todo marchaba realmente bien hasta que minutos después sintió que posaban una mano en su hombro volteando para encarar a la persona y llevándose la sorpresa de que resultaba ser Chanmi.

-Yoongi, no sabía que vendría -dijo ocultando su rostro, sentía cierta ternura por su forma de actuar causándole a la vez incomodidad.

-No falto a ninguna fiesta linda. -sonriendo para ella.

-¿Puedo sentarme a su lado? -pregunto tímida, ¿por qué le parecía tierna de repente? 

-''Me provoca llevarla a una habitación y desnudarle. Hacerla mía hasta que mi cuerpo se canse''.

-Hasta en mi piernas, si gustas. -curvó una forma pervertida.

-¿Ah? -le miró confundida. No logró escucharlo por la música que retumbaba en todo el espacio.

-Que si puedes. -le señaló el asiento odiaba repetir las cosas. Ella asintió y ocupando ese lugar para montar una pierna encima de la otra.

-¿El sábado saldremos? Solo... Quiero estar segura. -pregunta con la cara gacha. Lastima el contrario argumentaba no tener corazón, porque viéndola en ese estado se rendiría a sus pies.

-Por supuesto. -susurró en su oído.

Ella se ruborizó y con todo atrevimiento recostó su cabeza en su hombro. Pudo decir que no el contrario, más prefirió quedarse así. No le molestaba.

Así trascurrió la noche. Los chicos se divertían con las chicas y él sentado tomando hasta emborracharme, nada fuera de lo normal.

El joven se separó de la chica para ir al baño necesitaba hacer una necesidad urgente. Caminó por un pasillo oscuro hasta dar con la puerta que buscaba, giró el pomo de la misma para darse pasó y dirigirse a un cubículo. Descargó sus ganas de orinar suspirando aliviado. Subí su cierre y salió para volver con la joven.

Sus ojos captaron la hora en su celular y eran mas de las tres de la mañana, tendría clase en algunas cuantas horas y a un no pegaba el ojo, y encima estaba algo ebrio. ¿Podría haber algo peor?

Avisó a sus amigos quienes rápidamente asintieron y se despidieron de todas apresurando su paso como podían. Entraron a sus autos tratando de calmarse para evitar problemas. Y cada tomó el camino que correspondía para su casa, a pesar de ser fiesteros y holgazanes eran excelentes alumnos y no por comprar la nota, se esforzaban mucho en ganárselo.

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Entró a su casa y se encontró con su madre en la sala sentada con el brazo cubriendo su rostro, le estaba esperando a un cuando tenía claro que no debería.

-¿Se puede saber donde te encontrabas?  -la escuchó decir, se notaba la preocupación en su voz contrastando con su molestia.

-Creo que lo tienes muy claro, ¿Por qué repetirlo? ¿Hay necesidad?

-Deja una nota por lo menos, ¿tanto te cuesta? -se quejo. Eso le molestaba.

-''¿Por qué las mujeres debían ser así?''.

-Esta bien lo haré, nos vemos y descansa.

-Mañana no estaré, me iré a casa de tu tía y volveré dentro de dos meses. -se puso de pie para retirarse a su habitación, el joven detuvo su andar y volteo a verla para después de haber tomado unas bocanadas de aire seguirla.

-¿Por qué? -preguntó recargado de la puerta.

Ella abrió.

-Me realizaran una operación en la vesícula, tu tía cuidará de mi. -contestó con simpleza y aquello dejo a su hijo helado tratando de procesar las palabras una y otra vez.

-Puedo hacerlo yo. -ella negó a lo que esté se sintió indignado.

-Eres joven para esta responsabilidad. Descansa hijo -besó su  frente y cerró la puerta sin darle oportunidad de poner quejarse o algo.

Sabía que lo había mencionado porque nunca estaba en casa, su madre siempre prefirió evitar las discusiones con su único hijo y por ello no le causaba malestares, reprendía cuando debía pero en su mayoría no, aunque el chico se decidiera a quedar por ella la misma igual no se lo permitiría. Se sintió realmente inútil, ella era su madre y él un fiestero sin rumbo alguno en la vida.

Se acostó en su cómoda cama, revise las redes un rato. Después se desnudo para dormir y... ¡Si! Duerme desnudo el joven, contemplando el techo con añorancía.

Sus párpados empezaron a pesar producto del sueño que hacía de las suyas, cayó en un profundo sueño. Dentro de poco amanecería, tocaría volver a despertar.

Volver a la misma rutina cotidiana de siempre.

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Mejoré el capítulo, disfruten <3

Errores decirme
¿Desorden? Solucionado beibi<3

Ámenla tanto como yo lo haré

Besos mis Porcornitos y Porcornitas <3

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