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No hacía falta mencionar que aquel hombre no pego el ojo en toda la noche, las llamadas eran inútiles, los mensajes no daban resultados, la policía no decía nada. Ya les había comentado a sus amigos la noticia y no se opusieron para brindarles su ayuda. Solo quería saber si por lo menos se encontraba en buen estado.

Las horas pasaban y no había señales ni rastros de la mujer que tanto amaba y con la que esperaba una hija. Todo parecía una película de terror bien calculada, pero ni una pista, todo estaba perfectamente maniobrado.

Desde las afueras del edificio se encontraba una persona, que bajo de su carro para caminar con mucha elegancia a la entrada y llegar a la recepción.

-Buenos días. -saludo de buena forma- ¿Se encuentra Min Yoongi?

La recepcionista marcó el numero de su secretario, quién atendió de inmediato confirmando la información. Le indicó por donde debía ir y así lo hizo.

Su aura trasmitía poder y dominio, caminó por los pasillos del gran edificio llegando a la puerta que la haría quedar frente a la persona que una vez dejó. Tocó la puerta sin recibir ninguna respuesta de está, insistió. 

Hasta que escuchó un ''pase'' con algo de disgusto en la voz. Entró encontrándose con una hermosa oficina muy bien equipada, la persona estaba de espaldas mirando a la ventana, donde se proyectaba la imagen de la gran ciudad, se sentó en la silla frente al escritorio del jefe, puso su bolso de marca cara en este y cruzó sus piernas para darle un aire de superioridad a su personalidad.

Se dio cuenta que la persona en frente no le iba a dirigir palabra alguna, seguro pensó que era su secretario y no una visita casualmente inesperada. Así que tomó valor y abrió su boca para hacerle saber quién fue la persona que entró por aquella puerta.

-¿Cuánto tiempo, no crees Min Yoongi? -esas palabras causaron un escalofrío en todo el cuerpo del hombre que yacía dándole la espalda. Se dio la vuelta para verificar si no fue su mente jugandole una mala pasada, pero no fue el caso, era completamente real.

-¿Cuando llegaste? -fue lo único que se atrevió a preguntar aún sorprendido por la repentina visita.

-Llegue hace una semana, ¿Recibiste mis cartas? -preguntó con una sonrisa en los labios.

-¿Eras tú? -contraatacó con otra pregunta delatando molestia en su voz- No pensé que fueras a aparecer después de años. ¿Te dejo el sujeto o te aburriste de él?

Esas palabras fueron como unas punzadas a su corazón, ella amaba a ese hombre y de tenerlo vivo jamás hubiese vuelto. Pero, ¿Por qué tanto afán de dañar aquello que lo hacía feliz a él? Contuvo sus lágrimas para que no viera cuan lastimada estaba por esas palabras tan crueles, levantó su vista y la clavó en la contraría, pero, con aires de maldad en aquellos ojos. Pudo haber perdonado lo que estaba por hacer, más él cometió el grave error al jugar con ese recuerdo.

-No sabes lo que dices. -pronunció con rabia en sus palabras- Volví porque tengo asuntos que resolver.

-Conmigo todo está claro, puedes irte si lo deseas.

-¡Oh! Eso si que no. -hizo un gesto con su mano- Creo que hay mucho que decir aquí... O revelar.

-¿Cómo qué?

-Según los medios tu prometida se encuentra desaparecía, tal vez yo sepa en donde se encuentra la muy ingenua.

-¿Qué quieres decir con eso? -apretó sus manos volviéndolas puño.

-Se puede decir que me la robe un ratico, estaba aburrida y quería divertirme un momento nada malo.

-¿Dime donde esta o...? -ella colocó su dedo sobre sus labios callándolo.

-¿Llamarás a la policía? -se comenzó a reír con ironía- No me hagas reír Yoongi, tengo poder como sea saldré impune, pero... -lo miro con gentileza- Podemos llegar aún acuerdo, ¿Qué me dices?

Él no confiaba en la mujer frente a él, pero debía recuperar a Tn a como diera lugar. Sin embargo ella no estaba dispuesta a dar tregua por cualquier tontería, su mente ya tenía planes para la criatura escondida en el lugar menos imaginado. Su sonrisa era realmente falsa, no quería dinero ni objetos, solo quería verlo llorar y agonizar del dolor. ¿Pero, por qué no acabar con él? Fácil. Los dos eran personas que se conocieron de forma diferente, él creía que esa era la mujer de su vida, y Sooyoung fue forzada a unir su corazón con el de él solo por una unión de empresas cuando su corazón y amor estaban divagando por él hombre que conoció en aquel lugar de citas a ciegas, que hasta la luz del sol de esas fechas seguía descansando en la tumba tras morir en aquel entonces por culpa de personas malas. Eso la conllevo a ser una de ellos.

-¿Qué quieres a cambio por la libertad de mi prometida? -dijo con aires de derrota.

-Quiero... -pensativa, debía ganar tiempo para llevar a cabo su plan.- Una noche, solo te pido eso, en aquel entonces no la tuvimos, ahora estoy dispuesta a entregarme a ti ¿Aceptas?

Sintió un malestar en su estómago al imaginarse besar aquellos labios y recorrer su figura. ¿La despreciaba? No, pero no quería fallarle a la mujer que había robado toda su atención.

-¿Cuando? -la interrogó con una sonrisa forzada. Ella le entrego la dirección y se levanto de la silla para retirarse.

-Recuerda, no llames a la policía estoy preparada. Y otra cosa muy importante... -miro sus ojos- La tengo a ella, puedo matarla si juegas sucio. -le lanzó un beso y él la fulmino con la mirada.

Recargo el peso de su cuerpo en el respaldo de su silla y boto el aire contenido en sus pulmones con tristeza y rabia, las lagrimas salieron y cubrió su boca con ambas manos para evitar que los sollozos se escucharán.

-Te encontraré Tn, lo juro. -sollozo mas fuerte, lo que llamó la atención de su secretario quién no dudo en ayudarlo y darle un fuerte abrazo reconfortante para que se desahogará.

.--.

Pisar los suelos de su habitación le era satisfactorio, pero en estos momentos su mente estaba totalmente nublada por las crueles palabras del hombre que creyó no tener que volver a ver.

Sus lagrimas mojaron sus mejillas sin pedir permiso, solamente salieron e hicieron de las suyas. Con ello cayó al suelo llorando sin querer parar, era muy duro ¿Como no? Era su difunto marido quién ahora descansaba en paz en aquel cementerio donde reposan sus restos.

Se acostó abrazando la almohada con fuerza y escondiendo su rostro en ella, para que las lagrimas no empaparán mas su rostro. El llanto cada vez era más fuerte, pero, ella estaba sola sin nadie en casa o alguien cerca para pedirle consuelo. Eliminaría aquella barrera que le impedía estar con alguien, solo por ese breve momento las derrumbaría para abrazar a quién sea con tal de sentir que su corazón podía ser sanado con el calor de alguien más; solo por esa noche.

Pero nada, no había nadie, ni un alma cerca.

Solamente la triste realidad ser la dominante de aquella noche de agonía y sufrimiento para esa mujer, aquel tortuoso recuerdo. Y para él la idea de tener que estar en sábanas ajenas con tal de cumplir el sueño de su antigua novia para recuperar a su prometida.

Sin embargo, ¿Podría él con la dura realidad que lo esperaba?

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Bueno me tarde pero quiero suspenso

Errores decirme
¿Desorden? Ya esta solucionado <3

Besos mis Porcornitos y Porcornitas <3

Siete días.|| Min Yoongi y Tn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora