Siete días.|| Min Yoongi y Tn.

22

3 días después.

Él estaba parado frente a la puerta de la casa de la chica que miraba siempre junto a Tn. Tuvo el valor de tocar, para luego respirar hondo tratando de calmar sus propios nervios. La puerta se abrió segundos después de los toques dejando ver a la mujer que hizo que dejará de asistir a clases, por su confusión.

Se miraron como si ese momento fuera el último encuentro entre ellos, él sonrió pero ella solo se limito a hacer un gesto con su mano. En el fondo moría por abrazarle y robarle otro beso, pero se contuvo, ella debía superarlo no podía amarrarse a él por más tiempo.

-¿Cómo has estado? -mala pregunto, él semblante de la chica cambio a una mueca algo triste, era muy obvia toda la situación.

-Bien. -fue su respuesta, se sintió lo peor del mundo por aquella pregunta.- ¿Quieres pasar? -le preguntó normal.

-Esta bien. -hizo una reverencia a los padre de la joven, se sentó en el sofá de la sala.- Perdón por mi osadía, yo que...

-Ni lo menciones. -susurró, sus padres los dejaron solos pues iban saliendo a su segunda luna de miel por 25 años de matrimonio- ¡Qué les vaya bien en su aniversario! -gritó emocionada.

-¡Oh!... Felicidades. -dijo el joven, recibiendo una sonrisa por parte de los padres de la chica.

-Gracias a los dos. -se fueron dejándolos en un silencio muy incómodo. Él reflexionó y quedarse callado no era parte de su plan, nada había sido en vano.

-No tienes porque molestarte por mi, estaré bien mientras tu sonrías... Yo, también lo haré.

Eso no le agradó para nada, nadie puede conformarse con migajas.

-Con respecto a eso...

-Ya te dije que... -la interrumpió sonando molesto.

-Déjame hablar, ¿Si? -asintió sorprendida por esa repentina actitud, él no quiso hacerlo pero necesitaba su momento- Sé lo que pasó, lo vivimos juntos y... Lamento todo. Pero quiero que sepas que estaba confundido, pensé estar enamorado de otra chica, cuando en realidad era de ti.

-¿D-de mi? -se señalo a si misma, impresionada- ¿Qué chica?

-Ni tú, ni mis amigos sabrán el nombre de esa chica. -aseguró. Era mas seguro así- Pero viaje para pensar un poco más las cosas y llegue a esta conclusión.

-¿Cua...? -sus palabras quedaron en el aire cuando aquellos labios ajenos impactaron con los suyos, aflorando un sin fin de sentimientos encontrados entre los dos.

Sus labios eran un completo vaivén, ninguno quería al otro lejos pero desde el fondo, aquella chica no se sentía muy bien. No quería pensar que solo era un juego o alguna broma, sin embargo su inseguridad la estaba traicionando.

-N-no juegues conmigo. -tartamudeó con lágrimas en sus ojos. Él solo tomó su cara entre sus manos y limpio el resto con sus pulgares, besó sus ojos con suavidad y bajo su rostro a sus labios.

No hacían falta las palabras, ellos en su mundo estaban muy bien, aquellos pares de labios encajaban a la perfección unidos, aquellas manos reposaban en los hombros del chico que anhelaba.

Amor, simplemente eso amor. No había más que agregar si juntos lo tenían todo. Ella lo ama y él la ama. ¿Qué mas se necesita cuando dos personas están seguras de lo que sienten, si son capaces de atravesar las adversidades que el mundo les ofrece? Solo basta decir que están hechos el uno para el otro.

Ninguno buscó algo más a fondo así estaban bien, una vez se alejaron a una distancia prudente pudieron ver en los ojos del otro el gran amor que se tenían, siendo tan delatador, solo eso basto para ser felices. Y es que dicen que cuando estás con la persona correcta basta sentir una sensación de paz, la misma que ambos sentían y ahora se demostraban.

-¿Te alejarás alguna vez? -él la miró sin comprender del todo aquella pregunta. Pero viendo sus ojos pudo notar el miedo.

-No lo haré. -junto sus manos con las de ellas- Estaré siempre, si así lo quieres.

-Me quiero ir contigo. -eso lo tomó por sorpresa, sin embargo no lo demostró.

-¿Y tus padres?

-Entenderán, no necesitan ninguna explicación.

Lo que él no sabía es que aquellos seres aún estaban en casa escuchando todo en silencio, lágrimas derramaron al darse cuenta que su única hija ya había tomado una decisión. La tristeza se hizo presente pero en silencio lo aceptaron, su felicidad era lo primero.

.--.

-Yoongi, ¿a dónde vamos?

-No sera sorpresa si te digo. -contestó sin mirarla.

Ella bufó inconforme tenía ansiedad de saber a donde la llevaría el chico con el que compartía su vida, sus ojos vagaron en todos lados tratando de descifrar que era, más no tuvo éxito.

Sus ojos se abrieron al notar minutos después que se encontraba en Myeong-dong, uno de los principales atractivos turísticos y con las mejores áreas comerciales.

-¿Qué significa esto? -le preguntó directamente con mucho asombro emanado de su cuerpo.

- La sorpresa. -la miró siendo lo más obvio- Aparcaré por aquí, te gusta caminar y así vamos a recorrer el lugar tomados de la mano. De ahora en adelante nos divertiremos como la pareja que somos. -se acercó hasta quedar a centímetros de su rostro- Comprarás todo lo que quieras, yo pagaré.

-¡¿Que?! No, no y no. -dijo rápidamente- Solo caminar basta, tampo...

-¡Shh! No pedí opinión. -se bajaron- Vamos, disfrutemos cariño.

Ella sonrió y lo beso sin importarle quienes los mirarán. Principalmente él, que era tan antiparabolico ha tantas cosas.

-Gracias por esto, siempre estaré en deuda contigo.

-Valoralo, créeme que por nadie he hecho esto antes.

-Ni... -sus palabras quedaron atoradas en su garganta al recordar que eso solo quedaría entre su suegra y ella. Él solo la miro esperando por sus palabras. La chica no encontraba orden en sus ideas.- Me refiero a que si es... ¿En serio, por nadie? -él asintió, la chica respiro mas relajada, casi metía la pata bien hondo.

Entraron a unos de los centros comerciales que ese bello lugar les ofrecía, comieron, rieron, compartieron y fueron ellos mismo, por esa mágica noche que les brindaba la vida.

Por primera vez Yoongi fue el hombre mas feliz del mundo, quién lo conocía no creería que esa noche ese chico fue otro completamente diferente. Tn por su lado demostró que se puede ser feliz siempre y cuando ambas mitades pongan de su parte. Y le demostró que no siempre es bueno ser serio, aunque aquella chica de cabellos largos lo amaba inmensamente tal y como era él.

Pero... ¿Hasta dónde puede llegar ese amor?

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Perdón no actualizar anoche, pero me dormí temprano para irme a mi trabajo
Pero aquí tienen su capítulo.
Errores decirme
¿Desorden? Solucionado para su consumo <3

Besos mis Porcornitos y Porcornitas *korazonez*