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Semanas después.

Las cosas en aquella casa no podían ir de mal en peor, llamadas que atormentaban a Tn por las mañanas siempre después de Yoongi irse, era una verdadera tortura.

Primero comenzaron siendo para molestarla, ya luego subieron de tono cuando la voz a través de la línea comento que él le era infiel, por lo cual se encontraban en constante discusiones aunque nada era cierto. Yoongi por no discutir más o llevar las cosas más lejos opto por despidir a su secretaria disculpándose con ella. Aún así Tn estaba insegura. Él solicitud uno nuevo de nombre HyunJin, un joven muy aplicado en todo, le pareció buena opción y no lo dudo.

Pero esas llamadas continuaron, ¿Acaso no merecían paz? Solo la hacían sufrir.

-¿Aló? -contestó algo irritada, ya imaginando quién sería.

-Disfruta lo poco que te queda. -colgó, así sin más.

Ella tiró el teléfono de casa con algo de fuerza y frustración, ocasionando que esté casi caiga al suelo y se dañe. ¿Quién era? ¿Por qué lo hacía? Si eran bromas, no eran muy graciosas en lo absoluto.

¿Será ella?... ¿Su secretaria? -pensó y unas lágrimas resbalaron.

No quería pensar en nada negativo por los momentos, pero su mente la estaba traicionando y las cosas no podían ponerse más turbias de lo que estaban. Necesitaba respuesta a sus preguntas, necesitaba a la persona frente a ella, necesitaba tranquilidad recodando su estado en esos momentos.

Averiguó la dirección de la mujer que trabajó para su esposo y sin más, pidió que la llevarán. No le dijo nada a su prometido, esté era asunto de ella.

Cuando llegó a la zona divisó una casa pequeña pero cómoda, un lindo jardín y un perro doméstico encantador. Se acercó a la puerta una vez bajo del auto y toco el timbre, segundos después le abrió la puerta una joven muy linda. La reconoció de inmediato.

-¿Tú eres la antigua secretaria de mi prometido, cierto? -preguntó conteniendo la ira.

-Si señorita Min, soy yo. ¿Qué le puedo ofrecer?- contestó con una sonrisa alegre, ignorando el tono de la otra.

-Me han llegado llamadas raras a casa... Desde hace un tiempo. -contó frotando sus manos para mantenerse tranquila.

-¿Qué tiene que ver eso conmigo, señorita? -en su rostro se reflejaba la confusión.

-Comentaron que te revolcabas con él, ¿Es cierto? -su vista se cristalizo reprimiendo a toda costa romperse, debía controlarse estaba luciendo patética.

La chica quedo boquiabierta ante lo escuchado no se esperaba eso, acarició la mejilla de la otra al notar el semblante reflejado en su rostro, quería trasmitirle paz y serenidad, se veía muy agobiada y en su estado no era para nada bueno.

-No llore, su bebé... -musitó acariciando el vientre de la mujer- N-no, yo nunca hice eso. Él no deja pasar a nadie a esa oficia además de usted. -habló tratando de explicar todo- Jamás me metería con él, yo tengo mi novio y está es su casa.

Tn se quedo impresionada ante lo dicho y se dio cuenta que todo fue una visita completamente estúpida, merecía de todo por pensar tonterías.

-Perdón e-esas... Llamadas. -lloró por fin, dejando que salieran a relucir sus lágrimas.

-No se preocupe, la entiendo bien me pasó hace un tiempo. -dijo entiendo su conducta- Pero no llore su bebé se vera afectado y mi ex jefe se ve muy ilusionado.

-Gracias por tu tiempo y perdón el drama, mejor regresó a casa. -se despidió con una sonrisa.

-Para usted, cuando quiera. -le devolvió la sonrió cerrando la puerta.

.--.

Tn ingresó a la casa totalmente enojada tirando todo lo que se encontraba a su paso, las empleadas la miraron reprochando la conducta tan extraña de la señora Min. No era normal, pero como no sentirse una estúpida después de lo que sucedió hace un momento, estaba devastada de su manera de actuar ante las circunstancias presentadas en su vida.

Justo en ese momento sonó el teléfono, se destino a coger la llamar y escuchó la irritante voz de aquella persona al otro lado. Exactamente el diente que le faltaba al peine.

-¿Si, diga?

-¿Por qué fuiste por la ex secretaria de tu prometido? -le preguntó aquella persona con sonora gracia, abrió sus ojos impactada ¿La estaba vigilando?

-¿Quién eres? -preguntó sobrellevada- ¿Qué quieres? -prosiguió con lagrimas.

-Primero, eso lo sabrás en su momento. -contestó calmada- segundo, lo quiero a él.

-¿Por qué me haces esto? -cayó de rodillas al suelo sollozando.

-¡Ups! -exclamó- Él está llegando, debo colgar hasta la próxima... Besos .-colgó sin decir nada más.

Ella se aferró al teléfono como si su vida dependiera de ese aparato, tomó aire para calmar la ansiedad y tristeza, ¿Quien sería? ¿Para qué la lastima? Sintió unos pasos cercándose y por instinto subió su mirada encontrándose el semblante serio de su prometido.

Para aquellos dos las cosas se estaban deteriorando. Y es que desde aquella vez, que ella desconfió de él, las cosas no volvieron a ser iguales. Ya que ella aún no ofrecía disculpas.

¿Tan pronto el amor y la confianza de ambos se había esfumado? No podía ser así, muy bien decían que los primeros meses y años eran los más difíciles, ¿Tan rápido se iban a rendir?

-¿Otra vez con un drama? -preguntó con el mismo semblante. Ella se levantó colocando el teléfono en su lugar y arreglando su aspecto.

-No. -contestó para retirarse del lugar.

-¿Así resuelves las cosas? -se atrevió a preguntar- Si ya no sientes nada por lo menos puedes ser sincera ¿No te parece?

Ella detuvo su andar, se dio la vuelta para mirar aquella figura. Sin expresión, ¿Por qué aún sabiendo que era inocente le costaba aceptarlo?

-No quiero discutir más. -afirmó.

-Ni yo... Pero, no se como llegar a ti sin salir lastimado.

Eso la lastimó, ¿Tanto ha sufrido a sus espaldas? La respuesta era si. Sus amigos lo ayudaban y consolaban para que no cayera en vicios, ni se terminará metiendo con otras mujeres y las cosas aun así parecían empeorar conforme pasaban los días.

-Discúlpame, soy una carga para ti. -se quebró- No merezco tu amor, ni nada...

-Te amaré incluso si decides dejarme.

-Nunca la haría. -una lágrima escapo.

-Él la limpio- Estoy seguro de ello. -se inclinó y le dio un corto pero delicado beso. Pero que trasmitía su amor y confianza hacía ella, lo mismo le devolvió correspondiendo el beso gustosa- ¿Contentos?

-Contentos. -reafirmó con una sonrisa sincera.

.--.

-¿Las cosas marchan de acuerdo a su plan señorita? -interrogó esa voz profunda y penetrante.

-Mejor de lo que imaginé. -respondió segura de sus palabras.- De hecho... Quiero felicitarte, lo estas haciendo muy bien. -aclamó al hombre.

-Con usted hasta el final señorita.

-Te lo agradezco.

Según, el plan consistía en asustar a la chica, mientras la contraria aún pensaba en su objetivo. Pero en la cabeza de aquella mujer había otra historia con otro hermoso final perfecto para un cuento de terror.

-¿Quiere que la deje descansar? -le preguntó con todo respeto.

-Por favor. -dicho eso aquel hombre abandono la habitación de la mujer. Para encargarse de otras cosas.

Ella se incorporó de su asiento mirando hacía la ventana; como cosa normal. Miró su jardín perfectamente podado, sujeto su toalla y bloqueador solar. salió de su cuarto bajando las escalares y pasando el comedor, después la cocina y finalmente llegar hacía la piscina. Se unto la crema en su perfecta piel, colocó la toalla en un lugar cerca de ella y se sumergió en el agua.

Se relajo dentro de está con suma tranquilidad, tomó una copa de jugo de piña debido a que le botaron todos sus vinos de calidad y de muy alto costo. Pero las pastillas aún las consumía, claro, nadie sabía si al pie de la letra. Pues ella aún aseguraba eso, aunque no era del todo cierto.

-Sé que después de mi plan no me querrás ver. -pronunció triste- Pero con tenerte entre mis sábanas solo una vez, una sola vez más... -le dio un sorbo a la bebida- Seré la mujer mas feliz. Nunca olvidaré tus caricias, tu forma de besar la piel, tus manos recorriendo mi silueta y tu miembro entrando y saliendo de mi sin pudor. -mordió su labio imaginando aquellos encuentros donde fueron un solo cuerpo- Nuestros cuerpos chocando creando una perfecta sinfonía, tu diciéndome cosas al oído y yo gimiendo y gritando tú nombre a todo pulmón. -mostró una sonrisa amarga- Porque a la final, solo yo te puedo dar lo que otras no. -una lágrima resbalo mezclándose con el agua- Por esa razón buscaste ese consuelo en muchas, pero llegó ella y lo arruinó todo. -rechino los dientes molesta- Volveré, me verás la cara otra vez y la dejarás una vez que en nuestro camino no esté más. Así tenga que tenerte solo una vez. -finalizó tomando otro sorbo y limpiando la lagrima con rabia.

¿Hasta dónde pueden llegar las personas por un simple capricho?

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Bueno otro capítulo, ya estoy mejor y lista para volver.

Errores decirme.
¿Desorden? Ya lo solucione <3

Nota: Un escritor me propuso formar parte de su nueva creación, estoy feliz, apoyenlo porque juntos haremos ese Fanfic posible, será de BTS. Luego daré mas detalles.

Besos mis Porcornitos y Porcornitas *korazonez*

Siete días.|| Min Yoongi y Tn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora