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La mañana se encontraba en un completo silencio, no era temprano pero era domingo, por una ventana entraban unos rayos de sol dándoles en el rostro a dos chicos que yacen en sus más profundos sueños, como si un carro los hubiese atropellado.

El primero en abrir los ojos fue el desconocido, espero a que su vista se aclarara del todo para evaluar el entorno con el ceño levemente fruncido, no conocía nada del lugar, como llego o qué pasó. Hasta que a su lado ve a una bella mujer dormida, la reconoce enseguida y en ese instante comprende todo.

Los recuerdos volvieron a él.

Se trataba de Mina, la chica con la que fingió ser novio y aunque no lo habló con ella se le resulto fácil, en sus adentro ocurrió algo que no creyó fuese posible ¿Acaso el amor era así de complicado? Al darse cuenta sintió un vacío si cruzaba aquella puerta para irse, quería quedarse a su lado por más tiempo sentía esa necesidad de apego. ¿Pero, por qué razón?

Se incorporó con la única intención de ponerse sus zapatos, cuando acabo se posó en el marco de la puerta para observar la habitación mas detenidamente. No era muy grande pero tampoco tan pequeña, pintada en un gris azulado, con una cómoda cama y una mesita junto a ella, un escritorio bien ordenado con sus libros, un armario mediano con su ropa bien ubicada; en fin todo estaba en su sitio.

Ella abrió los ojos poco a poco, volteó a su lado para encontrarse al chico pero no fue así, se levanto de golpe ganándose un leve mareo, que pasó rápido. Cuando se incorporó del todo lo vio parado en el marco de su puerta, ¿Se iba? Bueno ella no podía esperar nada él, simplemente quedaba verlo a lo lejos como siempre lo hacía, para ella eso era mejor que nada.

-Me iré primero. -fueron sus palabras. Dolió de alguna manera.

-¡Espera! -lo detuvo tomándolo por un brazo, ella no lo quería lejos- Si quieres puedes... 

-No hace falta, no quiero molestar.

-Bien. -dijo triste y con la cara gacha. No valía la pena insistir.

Lo acompaño a la salida para verlo solo una vez más. ¿Por qué se torturaba de aquella manera? Él ya se encontraba en la acera pero no pudo más, corrió a él. Se abalanzó a su cuerpo enrollando sus piernas en las caderas del chico que amaba en secreto, él la sujeto para que no se cayera sorprendiéndose de su acción.

-¿Por qué...? -ella lo interrumpió acortando la distancia que había entre los dos, lo beso como si su vida dependiera de ello, como si fuera la última vez. Él la correspondió muy gustoso sin soltarla e ingreso a la casa nuevamente cerrando la puerta tras de él.

La acostó en el sofá sin dejar de besarle, sus besos lo habían hipnotizado y aunque se sentía bien no quería sacar ninguna conclusión apresurada, segundos más tarde se separa de la joven que en ese momento no era una opción para él.

-Mina ¿Por qué lo haces? -murmuró en medio del beso ninguno soltaba al otro, se pegaron más, ella conectando su pecho con el del chico. 

-Porque tu... -respiró para confesar lo que tanto callaba- Me gustas. -esté se sorprendió mucho y eso sus ojos lo delataban perfectamente, ¿Le gustaba? ¿Pero, cómo?

-¿Desde cuando? ¿Por qué no hablaste conmigo sobre esto? -se separó un poco pero sin quitarla de su regazo. Ella solo lo observó en silencio, no era muy buena con las palabras cuando estaba nerviosa, y así la ponía él con solo verla. Levantó su mirada observando los ojos que esperaban una respuesta de su parte.

-Desde que te vi en los pasillos con todos tus amigos. -tuvo valor- Tu sonrisa me enamoró, me quise acercar pero... No tenía la suficiente confianza en mi, soy tímida. -jugaba con sus dedos- Tú eres perfecto a mis ojos y soñé muchas noches con solo un beso, entiendo sino te gusto pero no me odies por esto. -él solo la observo en silencio- Anoche no estaba ebria ni nada, pero se los hice creer para tener el suficiente valor y por fin lograr mi tan anhelado sueño. -calló diciendo suficiente, su vista se opaco por las lagrimas, igual no las dejaría salir fácilmente. Menos frente a él.

-Capto con atención cada palabra de la chica, pudo sentir la voz rota, la demostración de amor hacía él y la mirada con tanta admiración derrochando de sus ojos, como un niño emocionado en un parque de diversiones- No quiero herirte, pero...

-No debes darme ninguna explicación. -bajo de este y se recargo del sofá, apoyando su peso en esté- Eres libre de estar con quién quieras, ya tuve suficiente con probar una parte de ti. -le regalo una sonrisa. Él sabía que ella no estaba feliz, estaba rota pero no podía mentirle sin organizar sus sentimientos, no podía jugar con eso. Aunque ahora empezaba a comprender que al estar con Tn no era igual a estar con Mina. Sin embargo debía estar claro para no lastimar a la joven chica.

-Perdóname. -ella negó y mostró otra sonrisa.

Cruzo esa puerta con algo de prisa, quería su propio espacio para pensar bien las cosas. Por otro lado ella se recargo de la puerta dejándose caer por esta, soltando las lagrimas que retuvo. ¿Todo había terminado? ¿Pero así de triste? No estaba feliz y sus lagrimas lo demostraban, pero, delante de él sería fuerte porque ya cumplió una de sus metas, aun así, ¿Por qué después de todo no se sentía bien? No debería aferrarse a aquello que no le pertenecía, sin embargo lo hacía.

.--.

Tn apareció en horas de la noche del crucero al cual fue, si se casaba con Yoongi anhelaba ir a uno para disfrutar otro ambiente. Tenía un bronceado favorecedor, ahora resaltando más su piel morena, sabía que no se resistiría; lo necesitaba y ella sabía que él a ella.

Regresó sola porque su suegra conoció a un hombre en el cruzo y se fueron de viaje juntos; pensó que alguien estaría celoso de su nuevo futuro padrastro.

Subió los escalones de dos en dos, lo extrañaba mucho y por allá no había señal para una comunicación posible. Lo encontró duchándose así que no lo pensó mucho y se deshizo de su ropa, entró a ese baño encontrándose-lo de espaldas a su persona.

Se acercó con sigilo y lo abrazo por su espalda sobresaltándolo por el rozamiento de pieles. Se giró sobre sus talones sorprendiéndose al verle.

-¿Me extrañaste, o esperabas a alguien más? -arqueó una ceja, él solo se echo a reír y la atrajo a su cuerpo con posesión.

-Demasiado a mi parecer. -mordió su labio, mirándole de arriba a bajo con lujuria- Solamente a ti preciosa. -se adueño de sus labios derrochando pasión, le correspondió con el mismo deseo.

Pasó sus manos por el muslo izquierdo de la chica con rudeza, la sujeto por su cadera y con la otra mano libre le dio una nalgada que aparte de doler la excito más de lo que estaba, gimió en respuesta de eso. Con sus manos recorrió su torso, espalda y brazos sin despegarse de sus labios.

-Son ideas mías, pero te siento necesitada de mi. -susurró con su característica voz ronca.

-Lo estoy... No lo negaré. -dijo jadeando- Te necesito como tú a mi. -sonrió satisfecho por sus palabras, eso los excito y despertó a su buen amigo.

-Ven aquí traviesa. -solo se dejo llevar por él.

La cargo entre sus brazo apoyándola de la pared, abrió sus piernas posicionándose en medio de ellas devorando mis labios.

¿Cuando se volvieron tan hambrientos entre ellos?.

-¿Preparada? -preguntó con su miembro rozando su entrada, provocando que pequeños gemidos escapen de su boca.

-¡Entra ya! -exigió jadeando. Él obedeció.

Entró de una estocada, ella sintiendo toda su longitud caliente frotar de su interior. Ambos gimiendo fuerte por el placer que emanaba de sus cuerpos, estos fueron callados al juntar sus labios con los suyos, un beso cargado de necesitada y deseo carnal.

Él salía con lentitud para entrar con fuerza, estimándola por dentro a su gran velocidad. callando sus gemidos con cortos besos.

-Grita mi nombre. -pidió con clara autoridad.

-¡Y-Yoongi! -obedeciendo y gritándolo con la respiración agitada.

-Así me gusta nena. -continuó embistiendola con gran fuerza, llegando al punto mas débil de su interior y volviéndola loca de placer.

.--.

Terminaron de vestirse después de una buena ducha, colocándose sus pijamas para dormir.

-¿Llegaste sola? -asintió.

-No gritaría así de fuerte estando tu madre aquí.

-¿Dónde esta?

-Se fue de viaje con un nuevo amigo que hizo en el cruzo. -esté gruño por lo bajo, ella solo rió esperando esa misma reacción.

-Tu madre es una adulta, déjala ser feliz.

-Tienes razón, pero no lo conozco y no confiaré así en nadie, es mi madre.

-Tranquilo, ella habló conmigo y lo traerá. Ademas yo lo conocí ¿Eso no basta?

-Esta bien, tu ganas confiaré en ti. -besó sus labios.

-Así me gusta. -le dio otro- Ahora vamos a descansar, mañana es un día largo.

-Con cuerdo contigo.

Ambos se acostaron, el abrazándola por la cintura pegándola más a su cuerpo. Mientras se acurrucaban en su sitio cómodamente.

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Bueno otro capítulo a su disposición.

Errores decirme
¿Desorden? Los amos <3

Besos mis Porcornitos y Porcornitas. <3

Siete días.|| Min Yoongi y Tn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora